No es ningún secreto para nadie: KDE y su última implementación, Plasma 5, son mi suite de aplicaciones y escritorio preferidos desde hace bastante tiempo. Me inicié en GNU/Linux con el Gnome 2 que traía Ubuntu Feisty Fawn, pero rápidamente di el salto a ese océano desconocido, lleno de extrañas palabrejas con la letra K en ellas, llamado Kubuntu. Idas y venidas, distros y más distros, hasta acabar atrapado por la magia de Chakra y su único entorno. Por más que he intentado cambiar este hecho en sucesivos ataques de distro hopping no he logrado acomodarme a ningún otro salvo a Cinnamon, aunque echando en falta diversas características casi exclusivas de Plasma. También ocurre a la inversa, esto es, que creo que KDE adolece de algunas cosillas, pero en la balanza pesa más, por mucho, lo positivo que lo negativo.

Revisamos hoy una «distribución» (entrecomillado a propósito) que nos brinda algo que en principio parece magnífico en su concepción: una Ubuntu LTS, la 16.04, como base y una continua e imparable actualización de los paquetes de Plasma a sus últimas versiones disponibles. Son los propios desarrolladores de KDE los que ponen a nuestra disposición este repositorio de software – así es como ellos se refieren a su creación, nunca como una distribución – para uso y disfrute de los incondicionales que no pueden esperar a probar las novedades de cada nueva edición de Plasma 5. Así que, clarificando que es gerundio, KDE neon no es una distribución GNU/Linux al uso, sino más bien se trata de una Ubuntu con PPA de KDE y una edición «en vivo» que nos permite probar el conjunto. Y eso hemos hecho, faltaría más.

Instalación

Si algo recuerda KDE neon es a Kubuntu. Aspecto vanilla, entorno total y absolutamente espartano de primeras, como unos buenos cimientos sobre los que construir nuestro Plasma ideal. Tanto se le parece que ambos comparten un molesto error a la hora de instalarse en mi equipo: un interminable lapso de tiempo buscando particiones y durante la primera fase del proceso, donde únicamente el parpadeo del led del adaptador inalámbrico me da pistas de en qué está entretenido el programa. El monitor de recursos me confirma que se están descargando datos de la red. Me parece bien, pero el usuario no es adivino y no todos pueden interpretar esto como algo que no sea un error o un cuelgue, siendo harto probable que el mismo se aburra, cancele y se busque otra distro. Perdón por lo de distro, no me sale llamar a KDE neon de otra forma.

Tras concluir la instalación el entorno queda inutilizable, razón por la que esta parte de la revisión no se acompaña de capturas de pantalla. Al no poder abrir Dolphin o siquiera Konsole, me veo incapaz de copiar las fotos a una partición, con lo cual todas se pierden al tener que hacer el reinicio forzoso. Para colmo de males, tras asistir a un Grub en el cual KDE neon se identifica a sí misma como GNU/Linux, a secas, el sistema se toma aproximadamente dos minutos en alcanzar la animación de inicio (Plymouth) y dar paso al escritorio. Errores groseros y lentitud, muy mala combinación que no augura nada bueno.

Diseño y gráficos

Este apartado bien podría dejarlo desierto, como esos premios en los que todos los que se presentan son tan malos que no hay manera de dárselo a alguno ni aún por lástima. Pero la cuestión es, una vez más, que no estamos ante una verdadera distribución, por lo que no es de extrañar que nadie se haya fijado en los pequeños detalles del aspecto y el diseño gráfico. Se trata, nada más y nada menos, que de un Plasma tal y como lo entregan los desarrolladores, a partir del cual cada uno podrá montarse el escritorio según sus gustos particulares. No es mala filosofía, tan solo algo distinto a lo que estamos acostumbrados a ver, salvo que usemos Arch, Gentoo o alguna de éstas. Resumen: lo dicho, vanilla, y ruego me perdonéis el anglicismo, pero es que es una palabra que me encanta.

No obstante lo escrito, hay algunas cosas que me resultan extrañas y me sacan de quicio, como el horrendo aspecto de algunas aplicaciones GTK a pesar de tener seleccionado el tema Breeze en el correspondiente módulo de las preferencias del sistema, o la existencia de partes del escritorio sin traducir del inglés.

Software

Se podría decir que no recuerdo una instalación (obsérvese el giro para no volver a mentar la palabrita de marras, distribución) en la que acabe con menor número de programas de inicio. Excepción hecha a aquellas míticas – para mí – tardes en que me liaba mi manta aventurera a la cabeza y armado con una iso de Arch Linux me montaba mi KDE sin anestesia, a golpe de teclado, alcanzando un nivel de «friquismo» que solo unos pocos entenderán. Algo parecido vamos a encontrar en KDE neon. Veamos: viene con Firefox 50, VLC, Discover como instalador de aplicaciones, Gwenview, Kwrite, Ark, Dolphin, Konsole, el gestor de carteras, las preferencias del sistema, el monitor y Kinfocenter… y no me dejo ninguna, creo. Apenas una decena de programas instalados. Realmente esto es minimalismo en estado puro. Con toda lógica, nuestro Plasma recién iniciado se come la increíble cifra de 400 Mb de memoria RAM. Chúpate esa. Y luego dicen por ahí que KDE es muy pesado. Arrepentíos, pecadores.

Hay otra aplicación más, a decir verdad, que podemos utilizar como alternativa legítima a Discover para instalar paquetes descargados. Se trata del Gdebi de toda la vida, con un envoltorio KDE: Qapt. Funciona bien y no hay nada que reprocharle.

Hardware

Teniendo la base que tiene, Ubuntu Xenial, se le presupone un reconocimiento de dispositivos excepcional, como poco. Tal es el caso. Me encuentro, para variar, con diversas dificultades que ya resuelvo por inercia, pero que un usuario recién llegado no alcanzaría a solventar fácilmente sin ayuda. Por ejemplo, mi caprichosa impresora HP Laserjet 1018 precisa de un firmware privativo para funcionar, normalmente instalable vía una utilidad de la propia empresa llamada HPlip. Pues bien, es imposible descargar dicha utilidad de Discover, de modo que se debe optar por instalar Synaptic para poder buscarla. Sin embargo, por hache o por be, el programa no funciona y se debe ejecutar en su modalidad de terminal, usando Konsole, algo que he hecho en más de una ocasión en distintas distribuciones.

En general, todos los dispositivos funcionan adecuadamente, incluyendo la conexión a mi móvil Xiaomi con KDE Connect. La instalación de los controladores propietarios de NVIDIA deviene en nueva odisea, por desgracia, dado el carácter minimalista y la no inclusión de una aplicación que facilite un poco el trabajo. En esta ocasión fue un comentario en el blog del amigo Yoyo Fernández el que me dio la clave para poder encontrar el gestor de controladores que antaño era tan fácil de localizar en Ubuntu y derivadas. El progreso, le llaman a esto de quitar opciones al usuario. Tras la instalación, vuelta la burra al trigo: otra vez se queda todo el escritorio como colgado, sin permitirme iniciar ninguna aplicación ni poder salir de la sesión. Con un CTRL + F3 abro una consola de texto y reinicio de forma manual.

Rendimiento

En las pruebas de desempeño del equipo efectuadas, como de costumbre, con la suite Phoronix, KDE neon no es capaz de mejorar a Ubuntu Trusty más que en un apartado de los cuatro probados. Es habitual que esta merma no se vea traducida en el uso cotidiano del equipo, algo que también sucede en este caso. La experiencia de uso es buena, las aplicaciones se abren con rapidez y no se nota una sobrecarga del escritorio cuando se ejecutan varias a la vez. Como curiosidad, comparando el resultado con el obtenido en su día por la última versión de Chakra, se produce un empate técnico, con dos victorias para cada una, lo cual no está nada mal.

Estabilidad y errores

En el descargo del buen hacer de esta combinación de Ubuntu y el más novedoso Plasma disponible, he de afirmar que las dos veces que tuve que reiniciar el equipo fueron tras instalar algo. La primera, en vivo, tras la instalación del propio sistema y la segunda, con los controladores propietarios de NVIDIA. El resto del tiempo que probé KDE neon no encontré grandes fallos ni problemas de importancia. Aun no teniendo todavía claro del todo que la última LTS de Ubuntu sea realmente estable – por problemillas que he tenido con alguna de sus derivadas – creo que KDE neon ofrece un grado de solidez bastante aceptable teniendo en cuenta el concepto que aquí manejamos, con la mezcla de una base supuestamente robusta con programas recién salidos del horno. No es fácil, como comprendereis, de ahí que no me vaya a cebar en los pequeños problemas detectados, pues os confieso que esperaba muchos más. Recapitulando, además de los mencionados reinicios:

Tardanza al iniciar. Lo comentaba más arriba; el paso desde Grub a Plymouth y luego al gestor de inicio de sesión se eterniza. Probablemente se deba a algún conflicto con mi hardware que no es probable que se repita con otras configuraciones y otros equipos.

Cuelgue al probar la webcam con VLC. Sí, sé que está muy visto el rollo de sacar la mano a pasear por la cámara, pero qué queréis que os diga, soy animal de costumbres. Contando con las herramientas que me proporcionaba KDE neon se me ocurrió utilizar VLC para este menester, con el resultado de cuelgue absoluto que no respondía a nada y me obligó a recurrir al ALT + ImprPant + REISUB. Y ahí se me quitaron las ganas de fotografiarme la mano.

Lentitud en los repositorios. Esto, más que un error, es una molestia. En las diversas ediciones de Ubuntu resulta meridianamente sencillo solucionarlo, toda vez que basta acudir a «Software y actualizaciones» para realizar una prueba a los mirrors y cambiar a uno que no sea tan lento. Sin embargo, para hacer lo propio en KDE neon debemos tirar de la solución que os indicaba antes en el apartado de hardware referente a los controladores propietarios: instalar el paquete software-properties-kde. El mismo ya nos va a permitir realizar esta operación. Nos daremos cuenta también de que los repositorios de los socios de Canonical están deshabilitados por defecto (es lo normal en Ubuntu) y los podremos activar.

Conclusiones

La aparición de KDE neon causó cierto revuelo en el mundo GNU/Linux y fue directamente relacionada con el semi-abandono al que se ve abocado Kubuntu o la desaparición de Netrunner. Son cosas distintas, a mi modo de ver, si bien parece ser que el nexo de unión que supone Jonathan Riddell nos podría hacer dudar. Personalmente no veo la necesidad de KDE neon si no es, como no se cansan de repetir, una distribución sino un repositorio. Para eso podrían haber montado un PPA como el de Gnome y Santas Pascuas. Pero ya que existe, y no seré yo quien hable de poner puertas al campo, ojo, habrá quien sepa sacarle provecho.

Como usuario de Chakra no atisbo motivo alguno para cambiarla por KDE neon. Perdería en estabilidad y no soy capaz de encontrarle beneficios a esa permuta. Tal vez, si acaso, el poder disponer unos días antes de los últimos paquetes de Plasma, algo que no me quita el sueño dada la rapidez con que suelen subirse a los repositorios de las principales distribuciones que apuestan por KDE, como openSUSE, Arch o la propia Chakra. Usuarios desencantados de otras distros con base Ubuntu, como los de Linux Mint KDE o la extinta Netrunner podrían encontrarle cierto gustillo a KDE neon. Más allá de eso, la verdad es que no le veo razón de ser. Vosotros mismos, «KDEeros» de pro. Os invito a probarla y comentar vuestras impresiones.

Salud

El análisis se ha realizado en un equipo de sobremesa con las siguientes especificaciones:

  • Procesador AMD A8 3870 Black Edition
  • Placa base Gigabyte A75-UD4H
  • Chipset AMD Family 12h Root Complex
  • 4 Gb de Memoria RAM (2×2, marca Kingston)
  • Tarjeta gráfica dedicada NVIDIA Geforce GT 610 1024 Mb
  • Audio ATI R6xx HDMI
  • Monitor Hyunday L70S+
  • Disco duro externo Western Digital WD5000AAKX-6 de 500 Gb
  • Impresora HP Laserjet 1018
  • Escáner HP Scanjet G2710
  • Webcam Hércules Dualpix Exchange
  • Adaptador de red Realtek RTL8111/8168
  • Adaptador de red inalámbrica TP-Link WN822N

Todas las imágenes que aparecen en este artículo son capturas de pantalla o fotografías tomadas por el propio autor. Se pueden compartir libremente citando la fuente.

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luiscabest

yo lo he usado el último mes ya que me llamaba mucho la atención, ha sido la mejor experiencia kde que he tenido en una derivada de ubuntu. aún así lejos de la experiencia en manjaro o opensuse. algunos programas no se me instalaban como «calibre», el consumo de ram de firefox era escandaloso sin motivo aparente. al final intenté volver a manjaro pero parece que no se lleva del todo bien con mi equipo nuevo (zenbookux305) ya que en modo live en uno o dos minutos dejaba de funcionar el touchpad. finalmente regresé a la última en la que estaba, mint con cinnamon.

Beñat

Como debianita y KDEero, no puedo estar más de acuerdo con tu artículo. Para mi desgracia siempre he tenido que elegir. O un sistema basado en Debian (Ubuntu, Mint…) con otro entorno de escritorio, o KDE sin Debian. Ahora mismo estoy en KaOS, muy contento, pero echo de menos mi querido apt.

Sergio

Excelente reseña.
Una pequeña corrección, creo que Netrunner todavía existe y sigue vivita y coleando, según informa su página web el 1 de enero salió Netrunner Desktop 17.01. http://www.netrunner.com/

Jair

Hola Enrique! Nuevamente coincidimos en muchos aspectos. Tambien tuve mucha expectativa cuando se anunció este proyecto pero al instalarlo sufrí un choque con la realidad. El cuelgue durante la instalación tambien me sucedió pero luego de eso pude usarla sin problemas, eso si, como bien dices al inicio demora mucho y el pantallazo con la K se hace eterno. De ahi en adelante no he tenido mayores problemas, salvo un bug en kmail que en ninguna otra distro KDE se presenta. Ahora valoro mucho más el trabajo que hacen otras distros como Chakra en esforzarse por entregar un sistema que funcione y con esos pequeños bugs solucionados. Como ya mencionaron Netrunner sigue adelante pero cambio a Debian testing como bien dices. En su lugar, tenemos la nueva Maui que debo decir funciona excelente. Es una distro muy bien trabajada y estoy realmente contento con ella. Al final eliminé opensuse de… Leer más »

jdk

Enhorabuena por el artículo. ¿Sabéis que tal va el consumo de batería de KDE en portátiles? En comparación con cinnamon que es la que uso de momento.

charly

Lo que me intriga es el hecho de que use UEFI, que es casi lo mismo que pedir permiso para usar tu pc.

Irwin

Lo tengo en su version Plasma 5.9.5 y es excelente

Ivan

Interesante y muy completo artículo, a raiz de su lectura me animé a probar KDE Neon y desde entonces ha pasado a ser mi distro de cabecera, ofreciéndome una feliz experiencia durante varios meses. Pero desde hace varias semanas me sucede un problema que me está empezando a molestar: después de introducir mi usuario y contraseña en la pantalla de login, la pantalla se queda en negro durante un tiempo aleatorio (varios segundos – 1 minuto) antes de que aparezca la pantalla de splash de KDE y se cargue el escritorio. He probado de loginarme con otro usuario (recién creado) y el problema es el mismo. A parte de esto el sistema funciona igual de bien que antes, pero empieza a ser molesto ya que la esperanza de que el problema se corrigiera con alguna actualización empieza a esfumarse. A alguien le ha pasado algo similar o sabe por donde… Leer más »

jorge

yo he probado KDE Neon una semana y me ha dado algun fallo como por ejemplo presionar el lanzador de aplicaciones y quedarse la pantalla en negro sin poder hacer otra cosa que resetear, asi que he vuelto a Linux Mint KDE que no me da ningun fallo.

Anduliu

Después de probar unas cuantas distribuciones LInux. Sin duda es la distribución que estará en mi escritorio por años.

Daniel

Instalación minimalista sería VoidLinux con KDM

José Luis

Honestamente debo decir que este artículo está un poco obsoleto, deberías actualizarlo. A día de hoy, enero 2019, KDE Neon 18.04 con Plasma 5.14.5 va como la seda. Es cierto que algunas aplicaciones las instala un poco desnudas (Libreoffice sin integración visual con Plasma o Thunderbird en inglés) pero con dos o tres líneas de comando, facilísimas de encontrar con Google, todo arreglado. He usado durante muchos años OpenSUSE, sobrecargada de aplicaciones para un usuarión común, y por eso la última versión de Neón, limpia y en la que tú instalas sólo lo que te interesa, me ha echo cambiar, al menos de momento. Un cordial saludo.