La tarea de archivo de fotografías no se podía solucionar en una sola entrega, pero espero que con esta continuación pueda dejar finiquitado el asunto. Hoy vamos a examinar un segundo paso en el proceso de clasificación de imágenes que nos va a ayudar mucho a mejorar la eficacia de nuestro flujo de trabajo: el marcado de fotografías.

El etiquetado que veíamos en el capítulo anterior tiene mucho interés como herramienta de archivo de imágenes, es decir: sirve para tener una colección o biblioteca fotográfica organizada, lista para ser revisada en cualquier momento o para recuperar una imagen concreta para un revelado futuro.

Sin embargo, este sistema no tiene tanta operatividad cuando se trata de realizar un revelado inmediato de nuestra última sesión fotográfica. Y es que una de estas sesiones de fotos, sobre todo gracias a la facilidad de disparar a todo lo que se mueve que nos proporcionan las máquinas digitales, puede generar cientos de ficheros RAW que tenemos que clasificar grosso modo de alguna manera para poder trabajar con ellos. Teniendo en cuenta que revelar imágenes es una tarea que lleva su tiempo y cierto esfuerzo intelectual, lo que no conviene de ningún modo es ponernos a revelar todas las imágenes que hemos tomado. Es más, seguramente habrá unos cuantos RAW que no merezca la pena ni molestarse en revelar… en realidad, seamos honestos, la mayoría de ellos. Y del exiguo grupo de fotos que vamos a revelar suele haber unas más «urgentes» que otras. Me explico: seguramente tendremos fotos cuya calidad nos sorprende y deseamos poner nuestras manos encima de ellas lo antes posible, u otras que tienen cierto potencial pero que nuestra intuición dice que nos van a llevar bastante tiempo de revelado por alguna razón. Y si nos metemos en el ámbito profesional, la cosa se complica: hay fotografías que tenemos que revelar ipso facto para algún cliente, mientras que otras tomadas en la misma sesión, de igual calidad pero de contenido diferente, pueden pasar a nuestra colección «privada» y seguir otro ritmo de procesado en laboratorio, más pausado y, sobre todo, cuando dispongamos del tiempo para ello. Sea como fuere, los ritmos son diferentes, el destino de cada imagen es distinto, y necesitamos alguna manera práctica y rápida de ordenar nuestras imágenes conforme a este criterio.

Las etiquetas, en este sentido, no son la herramienta más recomendable. No olvidemos que la idea de una etiqueta es que sirva para «calificar» a la imagen conforme a algún valor permanente que la caracterice. Una foto de un perro será siempre una foto de un perro, y la etiqueta «perro» tiene sentido. En cambio, no es muy lógico utilizar la etiqueta «revelado urgente», porque si es realmente urgente… no tiene mucho sentido aplicar una etiqueta para luego volver a quitarla una vez que deja de ser urgente, porque ya ha sido revelada, ¿verdad?

Trabalenguas aparte, creo que me explico. Los marcadores cumplen esta función, eminentemente práctica y temporal, de permitirnos discriminar en nuestra colección las fotografías lo más rápida y visualmente que sea posible, con el objetivo fundamental de acelerar nuestro trabajo. Marcadores los hay de muchos tipos y su forma varía según el programa que estemos utilizando, aunque, como os dije en el anterior capítulo, voy a centrarme en Darktable para hacer mi relato coherente con el uso de este software.

El marcado en Darktable

Las herramientas de marcado en Darktable se encuentran ubicadas en el módulo «mesa de luz», y su uso se divide en dos partes, ubicadas justo encima y debajo de la zona central:

Diferentes partes de la interfaz de Darktable: 1) Zona central de visionado. 2) Panel de plugins izquierdo (zona de control y análisis) . 3) Panel derecho (zona de edición). 4) Selectores de marcaje (abajo) y ordenación (arriba). 5) Selector de áreas de trabajo.

En la zona inferior tenemos la colección de marcadores disponibles, en forma de círculos de colores y de estrellas:

El arsenal de marcadores de Darktable: círculos de colores y estrellas. Más que suficiente si tenemos la imaginación necesaria.

En la zona superior contamos con menúes de filtrado y ordenación de imágenes, que repasaré más adelante en este artículo:

En la parte superior, un texto que nos indica el número de fotografías seleccionadas, y el total de la colección que hemos elegido. Debajo, a la izquierda, el menú de vista (en este caso, vemos todas las imágenes de la colección); al lado, la ordenación conforme al criterio de «tiempo», comenzando por la más antigua.

Estos son los ingredientes principales de la receta que nos ofrece Darktable en cuanto al marcado de imágenes. No parecen demasiado, pero cuando los desglosemos vais a ver que tienen bastante miga. Así que, para seguir con el símil gastronómico, vamos a meternos en harina.

Colores y estrellas

una de las características principales de Darktable en relación con las herramientas de marcado es que son simbólicas en sentido estricto. Con esto quiero decir que lo que nos proporciona el programa es una serie de elementos que, de primeras, no cuentan con un significado concreto, y es el propio fotógrafo el que debe atribuírselo. En el caso de las estrellas esto se ve condicionado por nuestra cultura, así que la tendencia del usuario será crear una escala de una a cinco estrellas de manera análoga a la clasificación de estrellas de los hoteles, probablemente con el objetivo de calificar la calidad aparente de los diferentes negativos fotográficos. Aunque esta es una idea aceptable a priori, os recomiendo que no os limitéis a ella, pues en realidad las posibilidades de estos marcadores «sin significado», pueden ser bastante mayores. Con esto quiero decir que no hay ninguna razón para que no atribuyáis otros valores semánticos a estas estrellitas, a vuestra conveniencia. Podéis, por ejemplo, otorgar cinco estrellas solo a las fotografías cuyo destino vaya a ser el papel, y cuatro a las de buena calidad pero que vayan a parar a la web; tres estrellas a las fotos que vayan a necesitar de un software adicional (fusionadores de panorámicas o HDR, por ejemplo), o dos estrellas a las fotografías que vayan a ser editadas en blanco y negro. Todo esto, insisto, son solo sugerencias de cosas que podemos hacer con estos marcadores flexibles; y dicha flexibilidad la da el hecho de que no tienen un texto asociado que fije su significado de una forma estricta.

Ejemplo de mesa de luz con diferentes marcadores activos. Para activar o desactivar la visualización de estos marcadores, tenemos que hacer clic en el botón con forma de estrella que vemos en la imagen en la esquina superior derecha.

En cuanto a los colores, la situación es todavía más libre, aunque de nuevo podemos sujetarnos a correlatos simbólicos preexistentes. En mi caso, por ejemplo, me gusta utilizar los tres primeros a modo de marca de fase de procesado: Siendo las tres primeras marcas de color rojo, amarillo y verde, me gusta adjudicar a cada color un significado similar al de las luces de un semáforo, denotando lo siguiente:

  • El color rojo representa las imágenes que aún no han sido tocadas.
  • El color amarillo corresponde con fotos que tienen cierto proceso pero que aún no están terminadas.
  • El color verde es para fotografías ya completadas y listas para su exportación definitiva a un formato visual comprimido.

De nuevo, insisto en que estos son significados impuestos por mi propio criterio, y que vosotros podéis «bautizar» a cada color conforme a vuestra necesidad. El caso es que disponemos de un total de cinco colores con los que podemos hacer muchas combinaciones, tanto de significados relacionados entre sí (como en el ejemplo anterior), como de significados aislados.

Para completar el catálogo de herramientas de marcado, faltan tres que están un poco «ocultas», o, mejor dicho, al margen de la interfaz que acabo de describir. En primer lugar, tenemos un botón que sirve para eliminar de un solo clic todas las marcas de color que hayamos colocado en una imagen; se trata del color blanco que aparece en la lista de colores, al lado del rosa. Si hacéis clic sobre el veréis como en lugar de aparecer una marca blanca en la foto correspondiente de la mesa de luz, habremos eliminado todas las marcas. Esto es algo bastante práctico teniendo en cuenta que el uso de estas marcas es meramente temporal, al contrario de lo que ocurre con las etiquetas.

El último marcador de color, el blanco, en realidad es el «desmarcador».

Por otra parte, en la propia zona central contamos con dos marcadores más. El primero no es un marcador propiamente dicho, pues en realidad nosotros como usuarios no podemos activarlo voluntariamente; se trata de un marcador automático que indica las fotografías que han recibido algún tipo de tratamiento de revelado. Es de especial interés cuando queremos repasar rápidamente cómo de evolucionados están nuestros trabajos de revelado en una colección determinada.

Señalado con la flecha, el marcador de revelado de una fotografía.

Eso sí, hay que tener en cuenta que este marcador no discrimina entre imágenes que ya están terminadas o las que todavía continúan en proceso. En la fotografía anterior, podemos ver cómo estoy utilizando mi sistema de marcado basado en colores para indicar que la primera fotografía ha sido tocada (lo indica el marcador automático), pero aún no está terminada (según el marcador amarillo).

El último de ellos es un aspa a la izquierda de las estrellas, que generalmente aparece en color gris. Si hacemos clic sobre ellas observaremos que adquiere un distintivo color rojo, y que además se eliminarán todas las estrellas que hayamos adjudicado. Es más, su uso es incompatible con las propias estrellas. Si volvemos a adjudicarles estrellas a la misma imagen, el aspa volverá a su inicial color gris. El uso de esta aspa parece evidente: sirve para rechazar imágenes, cuyo destino dependerá de vuestra clemencia con las fotos malas o inservibles: hacerlas desaparecer de la colección o eliminarlas directamente del disco duro.

La primera fotografía de la imagen tiene activo el marcador de «rechazada». Obsérvese que han desaparecido las estrellas. En la imagen de al lado, el marcador de «rechazadas» está en gris, y las estrellas están activas.

Plugin «imagen(es) seleccionada(s)

A estos menesteres particulares de borrado y eliminación de imágenes contribuye un plugin de mesa de luz llamado «imagen(es) seleccionada(s)», donde se agrupan una serie de botones que nos permitirán ejecutar una serie de acciones vinculadas a los grupos de imágenes que hayamos marcado en la mesa de luz mediante las combinaciones «CTRL + clic» o «clic + mayúsculas + clic«:

A través del plugin de imágenes seleccionadas podemos llevar a cabo tareas de organización de ficheros como copiado, movido o borrado de archivos. También podemos realizar acciones vinculadas a la biblioteca de fotografías que no afectan al fichero real: duplicar la imagen, eliminación de la biblioteca o crear grupos virtuales. En la imagen, el marco amarillo que rodea a tres de las fotos representa un grupo virtual.

Este plugin es de especial relevancia a la hora de llevar tareas de gestión rápida de las colecciones recién importadas, o sobre las que queremos trabajar más adelante en cuestiones de reordenación o limpieza de la biblioteca. Su diseño, sin embargo, puede ser un poco confuso pues incluye además otras funciones que no tienen tanto que ver con los grupos de imágenes entendidos en forma colecciones sino como agrupaciones de imágenes con otros sentidos: por ejemplo, el botón HDR, que sirve para fusionar imágenes con diferentes exposiciones. En lo que nos ocupa, no obstante, este plugin puede servir de complemento perfecto para un primer «barrido» de nuestra colección, gracias sobre todo a los botones de «eliminar» (que elimina nuestra imagen de la base de datos de Darktable, pero no físicamente del disco duro) y «borrar» (que directamente destruye la imagen sin más miramientos y la envía a la papelera del sistema).

Filtrado y ordenación

el último elemento a considerar en el terreno del archivo y visionado de colecciones de imágenes es el filtrado de resultados y su ordenación en la zona central del módulo «mesa de luz». La apariencia de la interfaz de filtrado en Darktable (el programa denomina a este menú como «vista») es aparentemente simple, pero encierra algunos «misterios».

Menú de vista desplegado, con todas sus opciones de filtrado.

En principio, al desplegar el menú nos encontramos con la posibilidad de elegir para su visualización en pantalla las imágenes que tengan un número determinado de estrellas, o las que no las tengan, o las rechazadas o todas menos las rechazadas, amén, claro está, de la visualización de todas las imágenes que viene por defecto. Lo curioso de esta interfaz es que este criterio inicial puede ser modificado con operadores de tipo matemático: se trata del símbolo que aparece entre el nombre del menú «vista» y el menú propiamente dicho:

El modificador de vista activo: en este caso, todas las fotografías que tengan cinco estrellas (y solo las que tengan cinco estrellas).

Estos modificadores corresponden con los símbolos «=» (muestra solo las imágenes con un número de estrellas determinado); «≤» («igual o menos», muestra las imágenes con ese número de estrellas o menos);  «≥» («igual o más», muestra las imágenes con ese número de estrellas o más); «<» («menos», muestra las imágenes con menos estrellas que las seleccionadas); «>» («más», muestra las imágenes con más estrellas que las seleccionadas) y, por último, «≠» («diferente a», muestra todas las imágenes que no tengan el número de estrellas marcado). Como veis, las posibilidades de visualización de la colección son bastante grandes y permiten muy diversas combinaciones.

Por último, al lado del menú de vista contamos con otro menú, esta vez utilizado para ordenar los resultados de nuestra colección conforme a diversos criterios:

Vista desplegada del menú «ordenar por».

Gracias a este menú podemos organizar el orden en que aparecerán las imágenes, algo especialmente útil si hacemos uso de los marcadores: los criterios de valoración y marca de color situarán en primer lugar (o último lugar, si queremos) las imágenes que contengan estrellas (y tendrá también en cuenta el número de estrellas) o las que tengan marca de color.

Flujo de trabajo en el archivo de imágenes

Con esto doy por terminado el repaso a las funciones que Darktable nos ofrece a la hora de archivar las imágenes. El archivo de fotografía es una tarea necesaria y algo tediosa, pero que puede adaptarse a las necesidades de cada fotógrafo gracias a su escalabilidad: podemos hacerla más o menos compleja según requiramos. No obstante, mi propuesta «de mínimos» contempla los siguientes pasos:

  1. Importación de imágenes utilizando la nomenclatura automatizada y estandarizada: «AAAAMMDD_descripcion».
  2. Cribado de imágenes con etiquetas: en primer lugar las más generales y luego las más específicas, utilizando las combinaciones de teclas que nos permiten selecciones múltiples. No recomiendo terminar esta fase hasta que todas las fotografías tengan, al menos, una etiqueta.
  3. Marcado: dotamos de su correspondiente marca a las fotografías que lo requieran conforme a nuestros criterios de marcado. A diferencia de las etiquetas, no todas las fotos tienen por qué ser marcadas.
  4. Eliminación de fotografías rechazadas.
  5. Reordenado de la colección y revelado.
  6. Conforme vamos revelando, vamos cambiando las marcas. Al final del proceso, la colección debe contar con un marcado de color lo más uniforme posible, eliminando las marcas innecesarias.

y si, efectivamente, hemos llegado al revelado. El camino ha sido largo y estos dos capítulos dedicados al archivo de fotografías seguro que os han aburrido un poco, no me cabe duda. Pero son tragos por los que tiene que pasar todo fotógrafo si quiere mantener su colección ordenadas, y mantenerse a sí mismo en sus cabales. A partir de ahora, ya no me queda excusa. Vamos a empezar a revelar fotos.

Nota: Todas las imágenes, si no se indica lo contrario, son obra del autor de este artículo y se pueden usar libremente, citando la fuente.

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rog2084

Hola y gracias por otro buen artículo…Por cierto las etiquetas de color las usamos casi igual 🙂
Una duda que tengo respecto con DT es cómo importas las imágenes así “AAAAMMDD_descripcion”. Por que no lo consigo, sólo al exportarlas una vez reveladas.
Gracias

Daik

Empiezo el lunes deseando que den las 15:00 para leer el capítulo semanal de FLAC… Me ha venido muy bien repasar todo este módulo de Darktable, que conocí gracias a tu canal «unade25», y que desde entonces aplico en mi flujo de trabajo, pero siempre aprendo algo nuevo. El botón blanco al lado de los marcadores de color no sabía que eliminaba todos las marcas asignadas. Gracias!!

Sara

¡Ay, la clasificación…! Un hueso bien duro de roer para los que padecemos lo contrario a tu síndrome de clasificación compulsiva. Gracias por estos dos grandes posts, con ellos no hay excusa que valga para intentar hacer las cosas un poquito mejor y más fáciles a la larga.

javiggvv

Hola y gracias por todos tus artículos. Tanto los vídeo-tutoriales que has publicado en unade25, como los artículos de colaboratorio, me están serviendo de gran ayuda a la hora introducirme en el revelado de fotografías con Darktable.
Tengo una duda que no sabía muy bien donde enmarcarla y al final he optado por ponerla en este artículo de Postproducción.
La cuestión es la siguiente: Hice un viaje en el que olvidé cambiar la hora de la cámara. Para intentar solucionar el problema, he utilizado el comando exiftool de la siguiente forma exiftool -AllDates+=6:00 directorio
Con exiftool he comprobado que los metadatos están cambiados. Incluso con Dolphin he podido comprobar que han sido modificados, pero cuando abro las imágenes con Darktable me sigue apareciendo la hora antigua.
No sé si podrás ayudarme, ya que no es un problema estrictamente con Darktable.
Gracias!!