Desde mi experiencia, creo que no hay trabajadores vagos -excepto deshonrosas excepciones-, sino trabajadores desmotivados. Trabajadores que no ven recompensado su esfuerzo de ninguna manera y llegan a creer que no sirve para nada esforzarse. Esto es erróneo porque, aunque hay jefes que no se ocupan de apreciar el esfuerzo de sus trabajadores, sí lo ven sus compañeros y los clientes, que lo pueden recomendar a otras empresas donde sí que es valorado el personal.

Motivación y experiencia

Para motivar a un trabajador lo primero con lo que juega un jefe es con la idea del despido, cuando esto sólo debería ser la última opción. Con el despido– aunque parezca mentira- pierden todos -trabajadores y jefes. Los trabajadores porque pierden su empleo y el jefe porque pierde la experiencia que ha asimilado el trabajador en su tiempo en la empresa.

Si lo pensamos, cuando entramos en una empresa nueva tardamos un mes– por lo menos- en ser más o menos operativos. Este primer mes lo dedicamos a entender cómo funciona el negocio, las herramientas que usa y alguna tecnología en particular de esa compañía. Después de ese mes seguimos aprendiendo cosas, pero es a partir de entonces cuando podemos empezar a ser productivos. Puede decirse que un trabajador está un total de dos meses aprendiendo para la empresa. Si ese trabajador se va, ese aprendizaje se pierde y se tiene que volver a formar al nuevo operario que se contrate.

Y esto solo ocurre en el mejor de los casos. Puede pasar que todas las tecnologías con las que trabaja esa compañía sean tan específicas que no se encuentran trabajadores que las dominen y se les tenga que formar de manera concreta. O que se despide a aquél que solo conoce cómo funciona una determinada herramienta -generalmente porque la ha creado él-. Dependerá de su ética que este conocimiento sea transmitido o que se pierda para siempre.

Mejor estar atento y dialogar

Está claro que, con todo y eso, la empresa sobrevive. Es raro que una empresa cierre por el despido de una persona. Pero sí que puede quedar muy tocada: se tienen que rehacer gran parte de las herramientas, se malgasta tiempo innecesariamente, hay clientes insatisfechos que se pierden… Como diría Gila: no mata, pero desmoraliza.

Además, un despido puede ser la primera pieza de dominó que hace caer las otras. Puede ser que al irse un trabajador los demás también busquen otra empresa, porque creen que pueden ser los siguientes -sobretodo si no ven motivos en el despido-, o porque sus compañeras y compañeros no saben cómo funciona la sección que llevaba esta persona.

En mi experiencia personal he visto cómo la marcha de un trabajador ha acabado siendo un verdadero dolor de cabeza para el jefe y le ha ocasionado grandes perjuicios. Es por todo esto que el despido ha de ser la última opción. Antes hay que intentar motivar al trabajador, por lo menos hablar con él para ver cuál es el problema subyacente e intentar arreglarlo.

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J. Piñero

Mmmmm este es el primer artículo con el que no estoy muy de acuerdo. El primer punto es por qué si, hay trabajadores vagos muyyyyy muy vagos diría yo, he conocido a unos cuantos. Y el siguiente punto. Quieres tener a un trabajador motivado? Pues dale una buena nómina, no puedes tener a un trabajador motivado si tiene una nómina de pena. En todo lo demás bastante de acuerdo, creo que amenazar con el despido no sirve de nada.

jdk

Muy de acuerdo. Como aportación al tema de la motivación de los trabajadores me gustaría introducir la diferenciación entre motivación externa y motivación interna. Cuando pretendemos motivar a través de recompensas externas como el salario o pagas extra obtenemos buenos resultados, pero es importante combinarla con el factor interno; promover el desarrollo laboral de los trabajadores y el crecimiento personal de los mismos, fomentar la afiliación con la empresa, la autonomía, la oportunidad de influir para mejorar su contexto, la persecución de la excelencia y el reconocimiento por parte de compañeros y clientes con la consecución de la misma, la responsabilidad sobre proyectos y compañeros, un nivel de activación y estrés adecuado… en definitiva, muchos factores de motivación interna muy poderosos que si se gestionan correctamente se traducirán en una mejora de la productividad de los trabajadores. Un buen trabajo psicológico en la medida de las posibilidades de la empresa… Leer más »