X

Linux Mint 18.1 Serena: un sistema operativo de verdad

Que Linux Mint sea la distribución que lidera desde hace años las clasificaciones de popularidad es un hecho que crea cierta controversia acerca del cual se han escrito ríos de tinta a lo largo y ancho de la blogosfera linuxera. Seamos o no partidarios de la veracidad de dichas tablas, resulta impepinable que no hay un sistema que ponga las cosas más sencillas al usuario de a pie, aquel que no desea perderse en interminables configuraciones para conseguir que su equipo realice tareas del día a día. Siempre he tenido claro que, en esta materia, la distribución creada por el equipo liderado por Clem Lefebvre jamás tuvo rival. Mis dudas con esta última serie de lanzamientos se centraban en su base, Ubuntu 16.04 Xenial Xerus, acrecentadas además por no haber tenido la oportunidad de probar la versión anterior, Sarah.

Como usuario de Chakra he de reconocer que hubo una época un tanto turbulenta en la distribución, con el paso de KDE 4 a Plasma 5, donde las cosas no funcionaban todo lo bien que solían, momento en el cual me convencí de la necesidad de albergar una partición en mi disco externo con una distribución «de rescate». Ahí tomé más contacto con Linux Mint 17.3, una experiencia fantástica de la que di cuenta en su momento en mi blog. A pesar de que Chakra es, en estos momentos, absolutamente estable y no me ha dado ningún problema en meses, la partición seguía ahí, sin que me atreviese a actualizar por temor a encontrarme las regresiones de Ubuntu y el, digamos, peculiar systemd. La aparición de esta nueva iteración, de nombre Serena, me ha hecho dejar la postergación de manera definitiva y embarcarme en la tarea de una nueva instalación de Linux Mint con Cinnamon. Os relato cómo me ha ido a continuación.

Instalación

Conviene aclarar en primer lugar que los usuarios de Linux Mint 18 no precisan instalar desde cero esta nueva versión, sino que pueden actualizar directamente desde el Administrador de actualizaciones, escogiendo, en el menú Editar, la opción Actualizar a Linux Mint 18.1 Serena, tal y como se explica en la web de la distro. En este sentido, las cosas sí se hacen de un modo algo diferente a como se suelen realizar en otras distribuciones, pero es que no estamos ante una rolling release. En cualquier caso, no resulta complicado en absoluto. También yo podría haber actualizado mi Linux Mint Rosa, pero tengo entendido que no se recomienda el paso de una versión mayor a otra, por la posible aparición de complicaciones. Alguna vez lo he intentado en Ubuntu y los resultados han sido dispares, imagino que depende en gran medida de los programas instalados.

Como siempre, Linux Mint está disponible en dos sabores oficiales, ambos basados en Ubuntu 16.04, los cuales podemos encontrar en la correspondiente página de descargas. Tanto una como otra recibirán soporte y actualizaciones hasta Abril de 2021.

Del instalador de Linux Mint no hay gran cosa que decir, lo cual en sí ya constituye una excelente noticia. Como con casi todo en esta distribución se apuesta por la solidez de lo ya conocido, con la única salvedad de que, desde la última edición, ya es preciso marcar una casilla si queremos que se descarguen los controladores y codecs multimedia privativos. Es decir, exactamente lo mismo que ocurre en Ubuntu. Sin embargo, al contrario que en el sistema de Canonical o en KDE neon, no aprecio pausa alguna durante el proceso que me lleve a preguntarme si todo irá bien o habrá «cascado» en algún punto. Suave como la seda, sin sobresaltos para el usuario.

Una vez se reinicia sigue el buen hacer: lo primero es lo primero; actualizar el sistema, algo en lo que Linux Mint empodera (palabra muy de moda) al usuario. Vuelvo a señalar una diferencia capital con Ubuntu, pues antes de empezar el proceso, que puede ser largo y tedioso con el mirror inadecuado se nos pregunta si deseamos el cambio a un repositorio más cercano y/o más veloz. La explicación de los niveles de actualización, donde se especifica al usuario qué acciones pueden romper el sistema y qué otras son más seguras, me parece sublime y un gran acierto. Ellos te dan los argumentos, tú eres el que decide.

De igual manera he de destacar la facilidad a la hora de instalar los controladores propietarios. Con la pantalla de bienvenida ya se nos ofrece la posibilidad, pero no es en absoluto complicado hacerlo si se nos ha pasado. Basta con abrir el Administrador de controladores desde el menú. Todo, vuelvo a repetir, se centra en hacernos la vida más fácil.

Diseño y aspectos gráficos

Si esta distribución ha tenido un talón de Aquiles en los últimos años éste ha sido su diseño continuista. Digamos que la gente suele esperar ciertas novedades… costumbres de cada cual. La serie 18 de Linux Mint incorpora, no como predeterminado sino como opción, el nuevo tema Mint-Y para Cinnamon. Reconozco que con el paso de los años esto es algo a lo que voy restando importancia, al igual que a los iconos y demás, pues todo ello se puede cambiar desde el gestor de Temas de la distribución. Personalmente, me quedo con Mint-X en su variante Aqua, pero existen multitud de opciones disponibles.

Me llamó la atención una extraña línea punteada que aparece en el borde superior al hacer scrolling en una ventana. Pensaba incluirlo entre los errores del sistema… cuando el amigo Jenofonte me advirtió de que no es un fallo, sino una característica. En teoría nos permite saber si hay más contenido arriba o abajo de lo que estamos viendo en pantalla, algo primordial si no existe barra de desplazamiento lateral. Puesto que no es el caso en Linux Mint, personalmente lo encuentro horrible y prescindible.

A pesar de los pesares… siempre me rindo ante la evidencia del cuidado de los detalles. Qué le voy a hacer. Me refiero al bonito gestor de inicio de sesión, donde comienza una presentación de fantásticos fondos de pantalla, los mismos que tenemos disponibles luego en el escritorio. Qué mejor puerta de entrada al sistema, la verdad. En este particular, sigo alabando el buen gusto de los desarrolladores a la hora de escoger las imágenes. Ídem con el espléndido, suave y fino, renderizado de las tipografías, herencia directa de Ubuntu.

Software

Tampoco hay novedades destacadas en la serie de programas que suelen venir instalados y que cubren una amplia gama, más que suficiente para la mayoría de tareas cotidianas. Destaca, si acaso, el definitivo abandono de Banshee (reproductor multimedia con dependencia de las librerías mono, algo así como el .NET libre) en favor de Rhythmbox, incluido desde tiempos inmemoriales en Ubuntu. Yo sigo prefiriendo Clementine, aunque entiendo su no inclusión de inicio por el carácter GTK del escritorio Cinnamon.

El resto de aplicaciones, pues lo dicho: Firefox, VLC, Pix (heredero de Shotwell), Thunderbird, Libreoffice… Todo ello aderezado con el excelente gestor de software MintInstall, el cual sigue manteniendo la rapidez y facilidad de uso que siempre lo han caracterizado. En él encontraremos la nada despreciable cifra de 83.700 paquetes a nuestra disposición. Dudo que echemos algo a faltar.

Hardware

De los pocos problemas que se me presentaron en Ubuntu 16.04 no queda ni rastro, una vez pasados varios meses y las manos del equipo de Clem por el sistema. A diferencia de Gnome Software, mintInstall sí me muestra la interfaz gráfica de HPLip para poder instalar sin farragosos scripts mi impresora HP Laserjet 1018. La webcam no causa congelaciones, sino que funciona perfecta. La conexión con mi móvil Xiaomi, algo imposible en Chakra de forma directa, aquí no plantea dificultad alguna. Hasta el bluetooth anda impecable, dándome además la posibilidad de cambiar el perfil de los auriculares si deseo usar el micrófono, sobre la marcha. ¿He mencionado ya que todo en Linux Mint se hace con una facilidad pasmosa?

Los controladores propietarios de mi adaptador inalámbrico TP-Link, los cuales han de ser compilados para que éste funcione, también se comportan correctamente sin el molesto error que a veces impedía su detección al inicio en Ubuntu 16.04.

Estabilidad y rendimiento

No recuerdo una revisión de las acometidas en los últimos meses en la que no haya sido necesario reiniciar el equipo a causa de algún problema. De hecho, desde que empecé a escribir en Colaboratorio, todos los artículos de este tipo han incorporado alguna vez el método del «reinicia, subnormal». Hasta hoy, claro está. Máxima fluidez y absoluta estabilidad… ¡a pesar de systemd! Esto último es broma, que nos conocemos. Lo que no es ninguna guasa, sino totalmente cierto, es que estamos ante un sistema de una envidiable robustez, donde todos sus elementos cohesionan de un modo casi perfecto sin merma en el rendimiento.

Y es que son 700 Mb de RAM los que ocupa de inicio Cinnamon en Linux Mint Serena. Que sí, que los hay mucho más livianos, pero para aquellos que buscamos una mínima funcionalidad en un entorno de escritorio no es para nada una mala cifra. El desempeño, os lo aseguro, es muy bueno en todo momento.

En el terreno de los benchmarks de rendimiento, como es habitual por aquí, he comparado a esta versión de Linux Mint con Ubuntu Trusty, resultando el sistema de Canonical vencedor en 3 de las 5 pruebas. El sabor mentolado se impone en la velocidad de descompresión de archivos y gana, con cierta holgura, en el test gráfico Unigine Valley. Sospecho que en esto último tiene algo que ver la posibilidad de desactivar los efectos del escritorio cuando se ejecuta una aplicación a pantalla completa.

Errores encontrados

Visto todo lo anterior, casi da un poco de vergüenza señalar los puntos débiles de Linux Mint Serena, sobre todo porque se trata de nimiedades sin apenas importancia. Pero ya sabemos que la perfección no existe, así que vamos a jugar a ser quisquillosos y a apuntar alguna falta en el debe de la distribución. Venga, va, no os riáis:

En uno de mis intentos de reiniciar el equipo hay una pausa de 90 segundos. Premio para el que adivine con qué puede tener que ver esto con casi toda probabilidad. ¡Si es muy fácil! Os doy una pista: con P, de Poettering.

La instalación de un applet deja inoperativo el escritorio. Concretando: mi intento de usar algo parecido al gestor de tareas de solo iconos de Plasma, instalando algo llamado Window List with app grouping desde el gestor de applets, provocó el indeseable efecto: tanto la barra de tareas como el escritorio dejaron de responder al clic del ratón. Conseguí invocar al administrador de applets desde la terminal y pude arreglar el desaguisado. No es la primera vez que un intento de personalizar Linux Mint acaba en desastre, aunque este problema podría ser achacable a los autores de los applets, o a una incompatibilidad con las nuevas versiones, al estilo de las que solían ocurrir antes con cada actualización de Gnome.

Pues ahí tienen ustedes los dos graves errores de los que hablaba… irónicamente, claro está. He de admitir que el segundo de ellos tiene su importancia, no en vano le dediqué un artículo en mi blog que batió el récord de comentarios, la gran mayoría coincidentes en lo desafortunado del problema y su difícil resolución. Pero agua pasada no mueve molino y ahora me lo tomo con mejor talante, especialmente desde que el dichoso error dejó de darse en Chakra de un día para otro, como por arte de magia.

Para saber más

En las escasas líneas que comprenden el análisis de una distribución GNU/Linux no tienen cabida, para no perpetrar un «tocho» infumable, muchos aspectos importantes para los usuarios noveles que de ese modo se quedan en el tintero. Es aquí donde me gusta recurrir – lo hice otras veces en mi blog – a una página amiga regentada por Juan Carlos Senar, quien adoptó Linux Mint como distribución de cabecera y desde su rincón de la web ayuda y evangeliza, a partes iguales, sobre la conveniencia de usarla. En su web se pueden encontrar instrucciones para los recién llegados, consejos de diversa índole y hasta un foro en el que preguntar y obtener respuestas. En resumidas cuentas, una auténtica pasada de página que os vendrá que ni pintada si acabáis de descubrir GNU/Linux en general y Linux Mint en particular. Os dejo, por supuesto, el enlace a Linuxirun.

Conclusiones

Creo que ha quedado bastante clara en el texto mi opinión sobre Linux Mint 18.1 Serena. Como comentaba en la introducción, no tuve la oportunidad ni las ganas de probar la versión 18 a secas (Sarah), de manera que desconozco si ésta incorporaba todos o alguno de los errores de su madre Xenial Xerus en el momento de su lanzamiento. Lo que podéis tener por seguro es que esta nueva versión es una auténtica gozada de distribución. Un sistema operativo con mayúsculas, que hace del conservadurismo un arte, cosa nada fácil en el mundo GNU/Linux, mayoritariamente novelero y ávido de actualizaciones.

Clem y su equipo saben que es absurdo estropear lo que ya funciona. Más allá de corregir los diversos fallos de cada LTS de Ubuntu (algo que hace también la propia Canonical con el paso de los meses), lo que dota a cada lanzamiento de Linux Mint de ese aura de eficiencia y practicidad no es ningún secreto: escuchar a los usuarios, tomar nota de sus necesidades e ideas y tratar de implementarlas lo mejor posible. Se crea así una comunión (comunidad, ¿no os suena?) entre los que crean el producto y los que lo van a utilizar durante meses, la gran mayoría satisfechos con su funcionalidad y la ausencia de errores graves.

Yo hace mucho que soy uno de éstos. Linux Mint me cautivó casi desde el momento en que la descubrí en 2008, cuando su eslogan de entonces (From freedom came elegance, con la libertad llegó la elegancia) dejaba a las claras que estaban por aquí para maquillar a Ubuntu y dejarlo mejor, si cabe, de lo que estaba. Las diferencias estéticas pronto se hicieron más grandes y las metas cambiaron con la llegada de Unity. Desde entonces, Linux Mint manda en el mundo del escritorio de GNU/Linux con todo merecimiento.

Si te gusta juguetear con las distribuciones, tocar la terminal y demás, sigue buscando, con Linux Mint Serena te vas a aburrir. Ahora bien, para trabajar sin distracciones desde el minuto cero, aquí está, una vez más, la distribución que más fácil te lo va a poner. Y con los mínimos fallos posibles. Ya estáis tardando en descargarla.

Salud y Felices Fiestas a todos

El análisis se ha realizado en un equipo de sobremesa con las siguientes especificaciones:

  • Procesador AMD A8 3870 Black Edition
  • Placa base Gigabyte A75-UD4H
  • Chipset AMD Family 12h Root Complex
  • 4 Gb de Memoria RAM (2×2, marca Kingston)
  • Tarjeta gráfica dedicada NVIDIA Geforce GT 610 1024 Mb
  • Audio ATI R6xx HDMI
  • Monitor Hyunday L70S+
  • Disco duro externo Western Digital WD5000AAKX-6 de 500 Gb
  • Impresora HP Laserjet 1018
  • Escáner HP Scanjet G2710
  • Webcam Hércules Dualpix Exchange
  • Adaptador de red Realtek RTL8111/8168
  • Adaptador de red inalámbrica TP-Link WN822N

Todas las imágenes usadas en este artículo son capturas realizadas por el autor, y pueden ser utilizadas libremente siempre y cuando se mencione la fuente.

0 0 votos
Article Rating
Enrique Bravo: Enfermero, entusiasta del software libre, yonki y gitano.

Ver comentarios (51)

  • Excelente review, muy de acuerdo contigo en que el usuario de windows al pasarse a linux debe funcionar todo. Pero no estoy de acuerdo en calificar a linux mint como "el sistema operativo de verdad", ya que, lo único que hace es añadirle algunas cosas que no encuentras en Ubuntu su padre o debian su abuelo.

    Saludos desde chile.

    • El título del artículo hace referencia a que el sistema es, de verdad, operativo,es decir, que todo funciona. En ningún caso significa que no haya otros sistemas que funcionan también, nótese que pone "un sistema" y no "el sistema".

    • "lo único que hace es añadirle algunas cosas que no encuentras en Ubuntu"
      No, no. Linux mint es estable, ubuntu no. ¿Te parece poco eso?

  • Si, que mint es un gran sistema para personas que recién inician en esto, mejor opción que Ubuntu es, pero de ahí a decir que es "un sistema operativo de verdad", pues ... creo que exageras bastante, teniendo otras opciones igual de válidas y más estables.

    Igual uno habla mucho de los novatos en Linux, pero no se si ya el hecho de buscar información por su cuenta lo haga tan novato, seguramente sabe cosas como formatear e irse a tareas como configurar un sistema Linux no es de entrada algo tan complejo.

    Tema aparte es una persona sin conocimiento alguno de informática, en el cual probablemente le instalan el sistema operativo otras personas. Y ahí Mint tiene atractivo, porque te ahorra tiempo.

    Buen sistema Mint, quizás el más completo de los basado en ubuntu y que propone algo diferente con cinnamon.

    • que no se entienda que lo digo de mala forma (porque se puede malinterpretar). Yo por ejemplo recomendaría primero Mint antes que un elementary OS por ejemplo.

      Gran entrada, como siempre Enrique, saludos (:

    • En cuanto al título del artículo, insisto, era un juego de palabras, no pretendía desmerecer a otros sistemas GNU/Linux. Me alegro de volver a leerte, Fabián. Un saludo.

      • Lo se jajaja, debe ser que los artículos sobre GNU/Linux de Genbeta me tienen más "receptivo" a los titulares. Saludos

  • Buena review, podrian hacer una comparativa de KDE y GNOME en cuanto una experiencia a largo plazo, y un analisis de manjaro, y tambien que software privativo posee el kernel de linux y en las distribuciones GNU/LINUX cuanto software privativo contienen y compararlos con las distribuciones que recomienda la FSF. Gracias.

  • ¡Gracias por la mención! Colaboratorio también está añadido LSDH como blog de referencia en este mundillo :-D

    Probé Mint 18 (Mate) y, particularmente, no me convenció. Además reportó en la web de linuxmint un montón de bugs (no se decir si relacionados con SystemD o con qué...) que no me la hacían demasiado atractiva (aunque estoy seguro de que habrá a quien el fue genial desde el principio).

    Y, sí, pensé que Mint 18.1 corregiría todo eso y sería una versión a tener en cuenta. Tengo pendiente de probarla a ver. Pero... ¿sabes qué? je, je, estoy "tan a gustito" con Mint 17 (Mate) que me da pereza migrar...

    En fín, ya veremos. ¡Un abrazo!

    • Es normal que te resistas a cambiar, ya lo recomienda el propio Clem: no toques lo que funciona bien. Otro abrazo para ti, Juan Carlos.

  • Gracias por la review, Enrique. Estoy pensando en pedirle a los reyes majos un disco duro SSD e instalarle Mint 18.1 (cuya Iso me descargué ayer noche :)) y me viene de perlas, ahora que arrancó el Colaboratorio, un post como el tuyo.
    Soy usuario de Ubuntu 16.04 y le instalé Mate para aligerar el uso de Ram y facilitar el uso de programas como Darktable, que consume mucho (de eso también sabe Jen0f0nte) Así que pensé en cambiar de distro y aligerar un poco más el conjunto. A ver que tal se le da a mi máquina.
    También me vendría bien un post sobre instalación y configuración de discos SSD en linux. Hay material en abundancia por ahí pero me surgen dudas sobre la SWAP, he visto opiniones un tanto contradictorias sobre ello. No sé donde pregunta aquí en el Colaboratorio. ¿hay una sección de "peticiones del oyente" en algún sitio? ;))
    Al margen de calificativos excesivamente afectuosos acerca de una u otra distribución, motivados por el uso que cada cual hace de la suya (la distribución, se entiende) y de lo que espera de ella, creo que todo aquel que llega de Windows a Linux lo hace con cierto conocimiento y pretensiones (en mi caso ambos escasos). Conozco a mucha gente que no está dispuesta a cambiar, a pesar de tener conocimientos informáticos muy superiores a los míos, simplemente porque no quieren pararse a aprender y eso que la curva de aprendizaje es escasa, al menos desde que yo entré en el mundo linux hace ya cuatro o cinco años. Comprendo por lo tanto la definición que haces de Mint como sistema amigable, con poco o ningún trabajo que hacer de cara al usuario que desea instalar y ponerse a trabajar. Eso para mi es importante y más si lo puedes hacer desde la libertad que aporta linux. Quejaos de lo que queráis. Yo no vuelvo a Windows ni atado.
    Gracias por el curro otra vez, Enrique.
    ¡Felices náuseas y próstata año nuevo a todos!

    ¿o no era así? :))))

    • Con un Ssd el ordenador vuela. Compra súper recomendable. La configuración igual que un Hd normal. Si le pones 2gb de swap no te quita de nada.

      • En realidad tengo 4gb de Ram y pensaba darle el doble de swap, Darktable chupa mucho y mi intención es que vaya ligero (en la medida de lo posible) También había leído sobre la posibilidad de hacer la swap en el otro disco duro, un Hdd, que tolera mejor el uso temporal de la memoria, pero no recuerdo sí tengo que formatear todo el disco de cara a particionarlo de nuevo o sí bastaría con desmontarlo, crear una partición swap al final y volver a montarlo.
        Gracias a ambos por responder.

      • Yo no se, llevo años sin poner swap a ninguna instalación de Linux. Con SSD y ahora 16 GB, pero tampoco la usaba cuando tenía 8 GB. Si tengo que ponerle de swap el doble de la ram que tengo ahora mal negocio. Con 4 GB quizás sirva, pero con 8 GB o mas no lo veo... Y cero problemas, alguna vez he probado a ponerle algo de swap y NUNCA la usa, así que...

  • Hola, yo estuve sobre unos 2 años en Linux mint 17 y la verdad que va bien pero el problema que le veo a las lts es que tienes que esperar 2 años para actualizar muchas aplicaciones de los repositorios y eso no mola. Para usar una point release prefiero una que se actualice con mas frecuencia como opensuse por poner un ejemplo.

    Solo por ese motivo no creo que vuelva a usar una lts.

    Saludos

    • Es un motivo válido, desde luego. Todo depende de las prioridades que tengamos como usuarios. Si se desea estar a la última en cuanto a versiones de aplicaciones, Linux Mint no es la mejor opción, si bien permite la adición de PPAs que actualicen dichos programas y no el núcleo del sistema.

  • ¡Hola Enrique!
    Me gustan tus test de distros Linux. Me gustaría que hicieras una revisión de Sabayon Linux. Tengo curiosidad de saber si se puede tener un sistema estable, instalando paquetes precompilados y paquetes para compilar en el mismo sistema. Para decidir si vale la pena instalar Sabayon o mejor Gentoo.
    Yo no puedo hacer las pruebas porque no tengo otra PC. Y en una maquina virtual no es lo mismo que en un sistema instalado.
    ¡Hasta pronto y gracias!

  • Es sin dudas es mi distribución favorita y Cinnamon mi entorno de escritorio favorito. Lo uso desde la versión 16 Difícilmente cambie a otra distribución
    Aqui narro mis comienzos con GNU Linux.
    Ronconi, R. (26 de octubre de 2015) Mis comienzos con GNU Linux y el software libre [Mensaje en un blog]. En Mi experiencia con software libre. Recuperado a partir de:
    https://experiencia-software-libre.blogspot.com.ar/2015/10/mis-comienzos-con-gnu-linu-y-el.html
    Cabe aclarar que suelo publicar "una vez cada tanto" no muy seguido.
    Probablemente mas adelante publique sobre algunas aplicaciones de comunicación como Franz, Telegram, etc Webcam y algunos de mis juegos favoritos.....

    También comparto mi página de inicio sobre Software Libre
    https://start.me/p/ZMEMl4/software-libre

  • Excelente como siempre Enrique. Sobre Linuxmint que puedo decir? Por un lado un sistema que funciona perfecto. A diferencia de Opensuse donde he encontrado muchas dificultades, Linuxmint funciona realmente bien.
    Pero por alguna razón no me amaña ni enamora como si lo han hecho otras distribuciones. No es cosa de la distro pues es perfecta, pero me sentia fuera de mi "habitat" cuando la usaba.
    Es solo un capricho personal.
    Bueno y el titulo del post si que puede generar malentendidos pero cuando leo tu explicacion en otros comentarios, puedo entender a donde ibas :)

    • Jairo, nosotros dos - y unos cuantos locos más - tenemos un "problema": caímos un buen día en las redes de Chakra y KDE, y desde entonces nada nos parece lo suficientemente bueno en comparación XD

      • :D asi es. Aunque conocemos bien las carencias que tiene Chakra, aun continua siendo lo más cercano a la perfección :-) y andamos en la busqueda de aquella distro que entregue lo mismo que chakra y más, pero aún no la encontramos.

  • linux mint a sido mi distro preferida desde ubuntu 12.04 y ojo ubuntu 16.04 me gusta pero chupa recursos que no veas.un saludo

Artículos relacionados

Este sitio utiliza cookies