En nuestras vidas siempre hay algunas cosas que importan más que la media. O más de lo que nos damos cuenta. Todas y todos aceptamos con facilidad que el agua es un bien y un derecho básico, al igual que la comida y el techo. Cuando esto nos falta, o sabemos que le falta a alguien, reaccionamos, ya sea a nivel individual o social. En general de forma positiva, ayudando a las personas afectadas.
Sectores estratégicos
Hay también otro bien que se considera básico. Existen movimientos que lo defienden, incluso. Este bien es la energía. ¿Nos imaginamos una sociedad sin electricidad? Se puede, claro, pero nuestra sociedad dejaría de ser lo que es. Lo más probable es que nuestras vidas empeorarían bastante sin ella. Hace generaciones que damos por sentado que está siempre disponible y ya dependemos de ella.
Creo que no necesita explicación que siempre ha habido grupos de personas que se han aprovechado de las necesidades básicas de la gente, o la sociedad, para controlarlas y así sacar beneficio de ellas, aunque poco a poco se hayan recuperado o establecido el derecho a su utilización y ahora sean parte de nuestras vidas.
En un futuro no muy lejano este bien, del que voy a hablar ahora, será considerado básico, y también individuos o grandes empresas querrán controlarlo. Sabemos que será así porque, aunque todavía mucha gente no lo valora, vemos cómo las grandes empresas intentan obtener su control total ya. El bien del que vengo hablando es la electrónica.
La electrónica, física hardware y abstracta software
Está en ordenadores, móviles, internet, servidores en la nube (Google, Amazon, etc.) pero también en el ordenador de nuestros coches, en los autobuses, los trenes, aviones, lavadoras, neveras, los sistemas de tráfico y el software en general, como Windows, o en los sistemas de gestión que actualmente se utilizan en entornos tan importantes como los gobiernos (Hacienda, Seguridad Social, ayuntamientos, policía, etc.) o en otros que no lo son tanto, como puede ser en el supermercado del barrio. Lo que sí está claro y sí sabemos desde hace un tiempo es que la electrónica está llegando a todas partes y está afectando directamente a nuestras vidas.
Entonces la pregunta es, ¿vamos a dejar algo tan importante en manos de empresas privadas que, como sabemos, tienen su principal prioridad en obtener beneficios anuales y no en conseguir el bienestar de las personas? No deberíamos. La lucha por la soberanía electrónica ya ha empezado, pero no se trata solo de usar GNU/Linux, o móviles Fairphone, o The Gimp, ni siquiera LibreOffice. Se trata de involucrarse en las decisiones importantes del uso de toda esta electrónica.
Tenemos herramientas, usémoslas
Actualmente nuestras decisiones como consumidores ya pueden marcar el camino a seguir. Por ejemplo, si todos nuestros nuevos móviles fueran Fairphone, rápidamente el resto de marcas construirían teléfonos móviles sin minerales manchados de sangre (coltán) o extraídos por niños que son explotados durante toda su vida. Así que cambiar las tendencias es algo que podemos conseguir sin demasiada dificultad, solo siendo coherentes en nuestras compras. Pero la soberanía electrónica todavía llega más allá.
Debemos ser nosotras y nosotros los que decidimos qué sistema de gestión se instala en los centros de poder, empezando por nuestro ayuntamiento. ¿Dejaremos a los gigantes del software de siempre que ganen los concursos públicos o exigiremos que el software empleado en atendernos sea ético y libre? Es solo cosa de organizarse mínimamente y presionar a nuestros políticos locales. No tenemos porqué montar una nueva organización, es solo cuestión de dar algunas charlas y educar mínimamente a los grupos donde ya participamos para que podamos conseguir estas mejoras.
Por un futuro que nos resulte habitable
Esto se puede lograr con todos los entornos de software y con el hardware. Así, en unos años, sabremos que estamos utilizando aparatos construidos éticamente y con respeto por la ecología, sin obsolescencia programada y con virtudes reciclables, o tendremos la tranquilidad de que nuestra información privada figure en programas éticos, seguros y creados por personas y organizaciones que tienen como prioridad el bien común de las personas, no el beneficio de multinacionales, como está empezando a suceder.
La foto de portada es de Patryk Grądys y se puede encontrar en Unsplash.
La imagen insertada en el artículo se incluye en el sitio de Fairphone bajo licencia Creative Commons.
Y ¿como casas el I+D que requiere mucho dinero en investigación y desarrollo con este planteamiento? Ahí es donde pienso que hace aguas el software y hardware libre. Al ser hecho por voluntarios en sus ratos libres que no pueden vivir de lo que les apasiona. Es bueno y esta realizado con cariño y calidad, pero por falta de financiación y la diversificación que implica la libertad, nunca superará en eficiencia a una empresa. Y me jode mucho que sea así. Puede que tenga una usabilidad estupenda para muchas facetas. Pero jamás sera el motor que tire del I+D.A no ser que se obligara políticamente, está condenado a ir detrás recogiendo las migajas, que las empresas ceden, por su propio interés casi siempre. La única cosa que se me ocurre, utopica también, que podría cambiar la situación es una empresa con dividendo cero. Algo como el Copyleft pero en empresa.… Leer más »
Hola Alejandro, muy buen artículo.
Hace 3 años aproximadamente estoy trabajando duro para sacar este proyecto adelante https://libagro.wordpress.com/2016/12/23/sistema-de-alimentacion-automatico-para-animales/ y quisiera saber si conoces alguna empresa o institución que de alguna manera me de una mano para ponerlo en marcha en el mercado.
He realizado el diseño 3d con FreeCAD, para la electrónica se usa raspberri py o beglabone black y para el software python. Todo el software es libre y el proyecto (diseño del hardware) también lo será. Solo necesito que alguién (empresa pública o privada) lo promocione, buscar patrocinio, canales de distribución, publicidad, para que llegue por fin a un mercado.
Gracias