Que los desarrolladores de Manjaro son de los más activos entre los muchos que pueblan el ecosistema GNU/Linux es algo que no escapa a casi nadie. Si a este hecho le unimos que su comunidad tiende a lo mismo, a la participación y al apoyo en la aportación de ideas, no debe sorprendernos que sigan creando aplicaciones y adaptando scripts que contribuyen a facilitar la vida y multiplicar las opciones. Este es el caso de Manjaro Architect, una versión del popular instalador para Arch Linux que lleva ya unos años disponible y que ahora se viste de verde para permitirnos crear un Manjaro a nuestro gusto.
¿Qué es Manjaro Architect?
Se trata de un instalador en formato de texto para usuarios con ciertos conocimientos, pues se habrán de definir prácticamente la totalidad de los aspectos que conformarán el sistema finalmente instalado. Es decir, jugamos a ser Phil Müller (o el responsable de cualquiera de las ediciones comunitarias de Manjaro) y nos montamos nuestro GNU/Linux con la paquetería de la distribución. Es el equivalente a una edición mínima (conocidas como netinstall) en la que todo se descarga de Internet, de manera que no solo controlamos al detalle qué y cómo se instala, sino que además nos aseguramos de que lo que instalamos se encuentra en la última versión disponible en los repositorios.
¿Desde dónde se puede descargar?
La iso de Manjaro Architect está disponible para 32 y 64 bits en la página del proyecto en SourceForge. Así mismo, en la página que trata sobre este lanzamiento en la web de la distribución se nos ofrece un enlace a un pequeño tutorial, incluyendo un ejemplo de instalación de Manjaro con el gestor de ventanas i3 y openrc como sistema de inicio, eso sí, todo en inglés.
Ventajas e inconvenientes de Manjaro Architect
La principal ventaja, esto es de Perogrullo, estriba en la extrema personalización que posibilita esta manera de instalar Manjaro. En ocasiones he leído a usuarios quejándose porque encontraban a la distribución demasiado cargada de paquetería, algo que es lo normal y aconsejable cuando se pretende llegar al máximo número de equipos y usuarios posible.
Como mencionaba antes, al tratarse de un instalador que toma los paquetes directamente de los repositorios, tenemos una iso bastante ajustada en tamaño (la correspondiente a la arquitectura de 64 bits pesa 486 Mb) que nos va entregar las versiones más actuales de todo el software que, además, será única y exclusivamente el que escojamos, salvo para la base del sistema, claro está.
De hecho, la frase libertad de elección cobra todo su sentido en este instalador. Podemos escoger, entre otras muchas cosas:
- Versión del kernel: montones de ramas para elegir, incluyendo las LTS y las de baja latencia.
- Sistema de inicio: está entre el más utilizado, Systemd, y la alternativa a la antigua usanza, Openrc.
- Rama de los repositorios: estable, en pruebas o inestable (que equivaldría a usar los paquetes de Arch Linux directamente).
- Módulos del kérnel: con ellos podemos sobrecargar más o menos el núcleo del sistema, dependiendo de nuestras necesidades y dispositivos. Se trata, a mi entender, de la posibilidad que requiere un mayor conocimiento de los entresijos de Linux de entre todas las que ofrece el instalador.
- El escritorio o gestor de ventanas: desde los populares a los menos conocidos, hasta el punto que se pueden instalar algunos que no cuentan con una versión comunitaria de la distro, como el citado ejemplo de i3 con Openrc (sí existe una versión con i3 y systemd).
- El escritorio completo o una versión mínima: en el caso de Plasma, por ejemplo, podemos escoger toda la suite de KDE o lo indispensable para funcionar.
- Controladores libres o propietarios para nuestro hardware.
Entre las desventajas, a destacar dos: requiere conocimientos por parte del usuario de lo que se está haciendo (es decir, usuarios noveles abstenerse de todas, todas) y se precisa de una buena conexión a Internet para descargar gran cantidad de datos.
Probando Manjaro Architect
Tras iniciar el disco o el USB en vivo, tras el típico menú de Grub de Manjaro nos vamos a encontrar con una consola de texto, desde donde debemos entrar al sistema con el usuario «manjaro» y la contraseña homónima. Luego, basta escribir «setup» para iniciar el script de instalación. Es la imagen que vemos en la cabecera de este artículo.
Lo primero que debemos hacer es conectarnos a Internet. Si no disponemos de conexión no tenemos absolutamente nada que hacer aquí.
Tras escoger el idioma de instalación nos hallaremos ante un menú principal. Cada uno de los pasos incluye una serie de submenús por los que iremos navegando y ajustando cosas, volviendo tras la finalización al paso anterior.
De entre los aspectos a configurar no mencionados más arriba, habría que señalar la posibilidad de escoger un mirror (réplica de los repositorios en línea) cercano a nosotros, pudiendo ser el más rápido disponible tras ejecutar el script rankmirrors, que para quien no lo conozca es un programa muy útil que ordena los repositorios por velocidad de conexión.
El particionador, lógicamente también en modo texto, es bien sencillo y cuenta con advertencias de seguridad para evitar que formateemos otras particiones por error.
En mi caso, se me ocurrió probar una configuración extraña, pues para lo habitual ya tenemos las versiones normales y corrientes de Manjaro: pretendía instalarme un Plasma mínimo con Openrc. Dos intentos, dos fracasos por mi parte.
En la primera tentativa decidí, a su debido momento, indicarle al instalador que prefería los controladores propietarios. Obediente él, se puso a descargar la última versión de los controladores de NVIDIA para mi gráfica. Sin embargo, tras hacerlo aparentemente con éxito, el monitor se puso en modo reposo y no fui capaz de sacarlo de allí. Resultado: instalación abortada a botonazo limpio.
Mi segundo intento, ya con los controladores libres Nouveau, finalizó bien, aunque la instalación del Grub se demoró por cinco minutos vaya usted a saber por qué. Al reiniciar observé, triunfante, la pantalla de inicio de sesión de KDE.
Al introducir mi contraseña, otro fiasco: un mensaje de error por no poder sincronizar el entorno con dbus. No tengo ni pajolera idea de qué significa eso.
Pero en fin, se trataba de probar y eso hice. Parece claro que este instalador todavía se encuentra en fase beta, con lo cual, si nos ponemos quisquillosos en nuestros deseos (prescindir de Systemd, por ejemplo) es posible que pasen estas cosas. O, tal vez, mi falta de pericia hizo que me saltara alguna instalación necesaria para el arranque del sistema, si bien traté de ir con sumo cuidado. Es de suponer que para peticiones más normalitas la cosa terminará de mejor manera…
Iba a finalizar el artículo aquí, pero qué demonios. No hay dos sin tres y a la tercera va la vencida. Volví a iniciar el instalador y esta vez escogí MATE con Systemd. Craso error, ni siquiera se lleva a cabo la instalación del escritorio, como vemos en la imagen de abajo.
A terco en temas de Informática me gana poca gente o ninguna. Con Cinnamon + Systemd obtuve, por fin, lo que esperaba. Una instalación perfecta, de cuatro intentonas. Triste 25 por ciento, aunque debo insistir, este software está empezando, como quien dice. De regalo me llevo una grata impresión de Manjaro Cinnamon (edición que no había probado), tanto en la cuidada estética como en la selección de programas, como en sus 600 Mb de memoria al inicio… Maldito distro hopping, aléjate de mí.
Bueno, pues ya lo sabéis: con Manjaro Architect tenéis otra posibilidad más de adecuar GNU/Linux a vuestros gustos particulares, siempre que la instalación llegue a buen puerto, algo que en principio todavía cuesta conseguir, visto lo visto. Pero bueno, todo sea por seguir teniendo el mayor número de opciones a disposición. Por ello, vayan mis loas al equipo de Manjaro, una vez más. Y si no queréis complicaciones, cosa muy razonable por otra parte, siempre podéis ceñiros a las versiones oficiales y comunitarias de la distribución por los cauces habituales.
Salud
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Gran artículo, gracias por el mismo, pero hay una pequeña errata:
i3 tiene una edición comunitaria : https://sourceforge.net/projects/manjarolinux-community/files/,
Como también mate, lxqt, cinnamon, jwm, pekwm, openbox, lxde, gnome, fluxbox, enlightment, bspwm, budgie y deepin además de la netbook.
Sumándoles las oficiales de XFCE y KDE, solo creo que faltan Pantheon y Unity de los escritorios y gestores de ventanas mas usados.
Y probablemente sea la distribución que goce de mas Live ISOs con distintos escritorios o gestores de ventanas
Gracias de nuevo por compartir tu experiencia, Enrique. Ahora tengo instalada la versión 17 de Manjaro con entorno Cinnamon y tu artículo me anima a probarlo para hacer una instalación «limpia» sólo con lo que quiera, pero el hecho de que sea en modo texto y con fallos de un software tan nuevo me frena… He probado la versión netinstall de Antergos con entorno gráfico y es muy buena, aunque no tan configurable. Lamentablemente con Antergos ocurre que al ser un equipo tan pequeño surgen problemas con frecuencia y después de unas semanas sin actualizar me han surgido problemas de dependencias para mi irresolubles. Como creo que somos de la misma opinión, probablemente me decantaré hacia el proyecto Manjaro que es más grande y más estable. esperando como siempre, que se aúnen esfuerzos en unas pocas distribuciones.
He probado el Manjaro OpenRC, se siente bastante ligero y ágil en contraparte al mismo sabor con systemd, lo malo es que despues de actualizar tiende a romperse, es decir no arranca.