Esto es una de esas cosas que parece una tontería, pero no lo es en lo absoluto. Que en un espacio no diáfano – donde hay despachos –  la puerta de un jefe esté abierta, dice mucho de la actitud con los trabajadores.

Las puertas abiertas dan a entender que eres una persona abierta a hablar y a que seas preguntado. Cosa que motiva mucho al trabajador. No hay nada más desmotivador que descubrir que cuando necesitas respuestas de tu jefe éste no sea accesible. Poco menos cuando en la puerta del despacho pone: “Si no eres parte del problema eres parte de la solución”.

El trabajador se encuentra a menudo con dudas o problemas que no corresponden a sus competencias y que deben ser resueltas por un jefe. Si éste es accesible a la hora de responder a estas preguntas, ello motiva al trabajador y le permite trabajar con soltura.

Es verdad que esto muchas veces no es posible. El jefe, a veces, tiene otras responsabilidades, sobre todo de tipo comercial. Es ahí imprescindible saber delegar y que las decisiones de la persona en que se delega sean vinculantes. Es decir, no puede ser que alguien en quien se delega la toma de una serie de decisiones, tome unas decisiones que luego el jefe rechaza. Esto crea inseguridad al trabajador, que espera al jefe para preguntar, lo cual puede bloquear los proyectos. Si el jefe no está, pero cada cual tiene claro qué decisiones puede tomar y qué responsabilidades tienen los demás, el jefe puede hacer solo un acto presencial para controlar que todo va bien.

Es aquí – es decir, en el caso de que el jefe no pueda estar en el día a día en la oficina – donde el subalterno – ya he hablado antes de esta figura – ha de tener el rol de símbolo de la puerta abierta. Esa persona cercana que resuelva las dudas que no son de tipo técnico. Si lo hace bien puede ser un buen espaldarazo,  ya que confiarán más en él que en el jefe para solucionar estas cuestiones. El jefe,  contento,  ya que se puede dedicar a otras funciones y el trabajador tambien porque tiene a alguien cercano quien le resuelva las dudas. Como diría Pedrerol… ¡Y TODOS CONTENTOS!

Las imágenes del jefe en la puerta, de Vectorpainter y puertas azules, obra de Sarawut Aiemsinsuk, aparecen por cortesía de Shutterstock

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jsomonte

Ésto lo conozco. Lamentablemente aún se conserva esa tendencia separatista del jefe-empleado como símbolo de distinción y estatus social donde no solo basta la diferencia de nómina y vehículo, también hay que aparentarlo, hay que serlo, se tiene que ver. Como todo en esta vida es una cuestión de educación, no recuerdo en qué empresa nórdica el espacio de trabajo era completamente abierto donde el ingeniero jefe del departamento trabaja mano a mano con los demás empleados, como uno más, sin ninguna diferenciación a la vista con respecto a los demás. Por suerte en este país esas generaciones casposas se van reciclando -ley de vida- y con ellos las nuevas actitudes que sin lugar a dudas se van implantando poco a poco como en una nueva edificación del BBVA en Madrid, donde el espacio de trabajo ha sido diseñado con una finalidad más humana, más hacia el individuo creando un… Leer más »