Despliegue de aplicaciones con Docker Compose
Seguimos hablando de containers, en este caso, de la herramienta Docker Compose, que nos permitirá definir y ejecutar múltiples aplicaciones utilizando contenedores de software.
Esta es, quizá, la zona que más abunda en Internet, la parte donde uno más aprende y más quiere aprender, al tiempo de que comienza a pensar en escribir lo que va aprendiendo. Es un momento mágico... ¡antesala de otro aún mejor!
Seguimos hablando de containers, en este caso, de la herramienta Docker Compose, que nos permitirá definir y ejecutar múltiples aplicaciones utilizando contenedores de software.
Desde mi retorno a los mundos de Tux llevo peleándome con mi adaptador de red inalámbrica. Resulta doblemente fastidioso, ya que cuando lo compré se suponía que tenía soporte en GNU/Linux utilizando los controladores que la empresa proporciona en su web. Sin embargo, éste se limita a kernels muy antiguos (hasta la rama 3.10), con lo que si deseamos utlizarlo en distribuciones modernas hemos de recurrir a tutoriales para compilar dichos controladores. De ésos, ya llevo dos en mi web personal.
Para conocer el espacio que ocupa un archivo o carpeta hay muchos métodos. Tal vez uno de los más fáciles sea hacerlo a golpe de ratón en el explorador de archivos. Hay otras aplicaciones más específicas para tal fin como Filelight, Baobab o NCDU. De esta última aplicación pueden leer un excelente artículo publicado hace poco tiempo. Pero, como es habitual, estas no son las únicas opciones y, muchas veces, tampoco son las más prácticas.
Hoy les traigo dos comandos muy útiles que suelo utilizar para investigar rápidamente sobre esos archivos o carpetas que me están ocupando mucho espacio de mi preciado disco.
Después de muchos esfuerzos, ya le podemos dar la bienvenida a la primera versión «definitiva» del proyecto anteriormente conocido como «FLAC». A partir de ahora, se llamará fotografía libre, y da comienzo su pequeña historia.
Los escritorios livianos en GNU/Linux son un nicho dentro de un nicho. Imagino que los que buscan estas soluciones no son usuarios recién llegados a este sistema operativo, sino más bien geeks curtidos en el mundo del software libre, que quieren resucitar un viejo equipo o sacarle el máximo rendimiento a uno un poco más nuevo. O simplemente alguien que busque simpleza y quiera evitar entornos sobrecargados de elementos innecesarios. Con esto último en mente, están los que van mucho más allá y solo instalan un gestor de ventanas y las pocas aplicaciones que utilicen. A todas estas mentes inquietas está dedicado este artículo, que busca ponerles al día de una opción más. Tal vez ni la mejor ni la más liviana, pero una que, seguramente, no les defraudará.
Plasma Vault es una de las aplicaciones que nos ofrecen las últimas versiones de KDE Plasma, es decir, de la 5.11 en adelante. Nos permite cifrar y esconder carpetas del equipo, subiendo un escalón más el nivel de seguridad de nuestra información. Es software libre, integrado perfectamente con el escritorio Plasma y muy intuitivo en su utilización.
Algo destacable de Plasma Vault es que, además de ser en sí misma una característica increíblemente útil, es tan simple de usar que incluso las personas con mínimos conocimientos informáticos pueden utilizarla con relativa facilidad. No me extenderé mucho en cuanto a la interfaz, y es que no puedo agregar mucho más que lo que escribió ya Jorge o lo que explicó en su video Victorhck.
Por supuesto que, desde el momento en que instalamos nuestras distribuciones, tenemos la posibilidad de cifrar el disco, incluso la partición swap. Entonces, con todo este extenso y poderoso cifrado, ¿para qué alguien querría utilizar KDE Vault? ¿Por qué nos ofrece dos protocolos de cifrado? ¿y por qué esos y no otros protocolos? Estas son las preguntas que espero poder aclarar en las siguientes líneas…