Chakra Goedel 2017.03: puro KDE

Hoy, más que nunca, vengo a hablaros de algo que conozco bien. Una distribución GNU/Linux que para este autor es «la distribución» con KDE por antonomasia, la que mejor y más fluidamente funciona en mi equipo y cuyos entresijos me sé como la palma de mi mano gracias a años de uso y disfrute. La que usan cuatro gatos, pero gatos felices y muy bien avenidos. Hoy, una vez más, vamos a escribir sobre Chakra. Este lanzamiento ha sido nombrado en homenaje a Kurt Gödel, matemático y filósofo austríaco-estadounidense.

Para los muchos que no la conozcan, Chakra Linux es una distribución de carácter semi-rolling, que se va actualizando de un modo que se encuentra a medio camino entre la inmediatez de Arch Linux (distro de la que proviene) y la pausa de los lanzamientos regulares. Con un único escritorio disponible y soportado oficialmente, KDE Plasma, y una preferencia total y absoluta por las librerías Qt, que llevan a marginar a los programas dependientes de GTK a un repositorio aparte, el cual puede ser deshabilitado si se desea una total ausencia de los mismos.

Las actualizaciones suelen seguir el patrón siguiente: nuevas versiones de los programas y de los componentes de KDE y Plasma son lanzados tan pronto como están disponibles, mientras que las partes críticas del sistema, como stack gráfico o kernel, se mantienen inalterados durante 3 ó 4 meses, dotando a la distribución de gran estabilidad. No tiene por qué ser el mejor modelo del mundo para todo tipo de usuarios, pero a mí siempre me ha funcionado de maravilla salvo en las épocas de transición (KDE 4 a Plasma 5, por ejemplo), donde la naturaleza de los errores era bien distinta y nada achacable al modelo per se.

Teniendo en cuenta lo anterior, la necesidad de una nueva iso con nombre distinto y tal, solo se entiende como una forma de ahorrar trabajo de actualización para aquellos que deban reinstalar el sistema. Y, por qué no decirlo, como modo de demostrar a Distrowatch y demás portales que Chakra está viva y su desarrollo continúa. De ahí la aparición de esta «nueva versión» que paso a comentaros.

Instalación

Chakra utiliza Calamares, un software multiplataforma que es muy empleado por diversas distribuciones en la actualidad. No es de extrañar, pues ha ido puliendo sus pequeños defectos para convertirse en una aplicación muy segura y fiable que ya dispone de soporte para cifrado de particiones.

En el entorno en vivo de Chakra Goedel destaca el hecho de que todo está traducido al español. Lo mismo sucede con Calamares y el proceso de instalación, donde incluso la presentación de diapositivas está en nuestro idioma, constituyendo un punto a favor de la facilidad de uso.

Diseño

Para esta edición de la iso se le ha realizado un lavado de cara a Heritage, el tema de Plasma de Chakra heredero de Caledonia que le confiere su reconocido aspecto. El tema de iconos por defecto es Brisa. Se ha optado por ofrecer el plasmoide del gestor de tareas de solo iconos como opción por defecto, lo cual constituye un gran acierto a mi entender (era de las primeras cosas que cambiaba tras la instalación).

No sería yo mismo si no me refiriese a continuación al renderizado de fuentes, mi gran obsesión linuxera. Cada cual tendrá la suya, digo yo. En Chakra esto no es problema, hace ya muchas ediciones que decidieron incorporar los parches de Ubuntu para las tipografías. Tan solo hemos de entrar en Preferencias del sistema, módulo Tipos de letra y activar el suavizado de bordes. Las opciones que mejor me funcionan son la representación de subpíxeles en RGB con un hinting suave. La guinda del pastel, para mi gusto, se consigue instalando el paquete ttf-ubuntu-font y colocando la tipografía de Canonical como predeterminada para el sistema.

Software

Chakra usa Octopi como instalador de programas, con Octopi-Notifier como avisador de actualizaciones para la barra de tareas, aunque no viene activado por defecto. Habremos de añadirlo como programa al inicio, por lo tanto, para estar al tanto de las novedades. Si algo echo a faltar en el Octopi de Chakra es una funcionalidad muy interesante que incorpora el Pamac de Manjaro o Antergos: aunque sí que hay soporte para instalar paquetes de CCR, no nos avisa cuando alguna actualización está disponible en el repositorio comunitario de la distribución. Tampoco es posible actualizar en el propio Octopi, sino que el proceso se realiza llamando a una terminal externa, algo que es opcional y no obligatorio en Pamac. Son un par de características muy interesantes que me encantaría que estuviesen disponibles en Chakra.

De momento, continuamos usando Pacman como gestor de paquetes para la terminal mientras seguimos esperando a Akabei. Haría alguna gracieta con la palabra, pero es tan obvio que no resultaría ni siquiera elegante. Hay obras que llevan su tiempo, como las pirámides de Egipto. Luego están El Escorial, La Sagrada Familia… y después de éstas, podríamos considerar a Akabei, el futuro gestor de Chakra Linux. Futuro a larguísimo plazo, visto lo visto. Y que conste que no es algo importante, ni tan siquiera prioritario para mí, un enamorado de Pacman que no ve preciso el cambio. Pero vaya, que a este paso van a dejar en pañales el desarrollo de Hurd.

En cuanto a programas instalados de inicio, Chakra viene con lo justo y necesario para funcionar. El navegador Qupzilla, por aquello de guardar la «pureza» Qt, es el elegido y será, en un alto porcentaje de instalaciones, reemplazado ipso facto por opciones de mayor calidad, como Chromium (software no libre, aunque de código abierto) o Firefox. El navegador de Mozilla se ofrece con los parches de openSUSE, que lo integran perfectamente en el escritorio KDE.

La suite completa Kontact (KMail, Akregator, Korganizer, etcétera) es la encargada de gestionar nuestro correo y agendas. Calligra viene como paquete ofimático (otro que muchos cambiarán por Libre Office), Clementine como reproductor musical y Bomi para los vídeos.

Hardware

Nada negativo que destacar en el apartado destinado al reconocimiento de dispositivos y periféricos. Como es habitual en mí, prefiero ignorar la opción de «Iniciar con controladores no libres» que se incluye en el Grub de la iso en vivo para instalar yo mismo los susodichos, siguiendo la wiki de Chakra. A fin de cuentas, se trata, en el caso de NVIDIA, de unas simples líneas en la terminal para quitar los Nouveau:

sudo pacman -Syu
sudo pacman -Rdd mesa-libgl
sudo pacman -R xf86-video-nouveau

Y otras tantas para instalar los controladores privativos:

sudo pacman -S nvidia
sudo pacman -S nvidia-utils

Este es el controlador recomendado para mi tarjeta, una Geforce GT 610. Para modelos más antiguos es preciso instalar el paquete nvidia-304xx y crear una entrada en el xorg.conf con la orden:

sudo nvidia-xconfig

En el caso de mi adaptador inalámbrico se hace necesario, además de compilar los controladores como en cualquier otra distro GNU/Linux, aplicar el truco que describía en este artículo para poder ver las redes próximas, debido a una nueva característica de NetworkManager que no se lleva bien con mi modelo TP-Link.

Tanto la impresora (instalando HPLip, que no viene por defecto), como el resto de periféricos funcionan bien. La conexión con mi móvil Android, ya sea por cable o por KDE Connect, no supone tampoco problema alguno.

Estabilidad y rendimiento

Las versiones actuales de Plasma (5.9.2 es la que viene con Chakra Goedel) son tremendamente estables, por fortuna. Atrás quedaron los errores de los primitivos estadíos de desarrollo que, siendo francos, no llegaron al número ni a la importancia de los sufridos con el paso de KDE 3 a KDE 4. Pero algunos había que, a día de hoy, han sido corregidos. De este hecho se beneficia Chakra y todos nosotros, entusiastas de KDE.

El rendimiento que siempre me ha dado esta distribución ha sido sobresaliente. Los que me habéis leído estos años estaréis cansados de mis alabanzas al desempeño y la fluidez del KDE de Chakra. Esto sigue siendo así, digan lo que digan los benchmarks… Si para Gary Lineker el fútbol eran 22 personas corriendo tras un balón 90 minutos para que ganase siempre Alemania, para mí el conjunto de aplicaciones de rendimiento Phoronix son una serie de tests que corro en mi equipo… para que gane Ubuntu Trusty. Por eso, porque hay que ser justos por encima de fanboys, la puntuación en este apartado flojea un poco.

Pero ya os digo, como en muchas otras revisiones, que los números no se corresponden con la experiencia de uso en absoluto. Chakra es estable, fluida y su KDE sigue tan en forma como siempre.

Errores encontrados

Un par de problemas a la hora de instalar el navegador privativo Google Chrome desde CCR y en cada actualización vía Pacman son el bagaje negativo en esta instalación, realizada ex profeso para esta revisión (mi partición de Chakra sigue el modelo rolling, rueda que te rueda y lo que te rondaré morena). Como se aprecia en las imágenes que acompañan a este texto, en primer lugar Pacman se queja de discrepancias entre versiones al actualizar, si bien son solo advertencias que no impiden realizar la tarea.

El segundo problema tiene que ver con un fallo en la suma de verificación del paquete google-chrome-stable de CCR, algo solo achacable a su mantenedor y fácilmente solucionable descargando la fuente y corrigiendo nosotros mismos el valor de la suma md5sum. De acuerdo en que dicho proceso requiere ensuciarse las manos y no está al alcance, por mucho, del usuario novel.

Por último, algo que para mí carece de importancia por el uso nulo que les doy, que es la falta de integración de ciertos protocolos de mensajería instantánea en el escritorio. Por poner un ejemplo, ni Telegram ni Twitter se pueden activar por falta de paquetes que, en el caso del primero, ni tan siquiera se encuentran disponibles en los repositorios.

Conclusiones

Más de uno habrá pensado que un fanboy de Chakra no está legitimado para escribir un análisis imparcial sobre la distribución. Yo ya he escrito unos cuantos en mi blog personal y os puedo prometer que intento contar las cosas tal y como ocurren. Puedo entender que Chakra no es un sistema apto para absolutos novatos pues, como vemos arriba, pueden acontecer problemas que no todo el mundo es capaz de solucionar. Pero esto no es nada nuevo y de ahí que jamás se me haya ocurrido recomendarla a este tipo de usuarios.

No me extenderé mucho más porque ya conocéis de sobra la postura en lo que respecta a lo que Chakra es y siempre ha sido para mí: el mejor KDE, la mejor implementación de Plasma, el sistema idóneo por su forma de actualizar y el escritorio que utiliza. Un GNU/Linux «KDE-céntrico», «Qt-elitista» o cualesquiera otras palabras chorras que se os puedan ocurrir para denominar lo que para mí es la experiencia más sobresaliente disponible en el mundo de Tux.

En fin, ni más ni menos que lo que para muchos otros pueden significar las excelentes Manjaro, KaOS o KDE neon. Una pequeña distribución creada y mantenida por un ramillete de desarrolladores que se vieron las caras por primera vez el año pasado, que hacen las cosas muy despacio pero con toda la ilusión y el cuidado posible. Como siempre digo, os invito a que la probéis. De cada cien que lo hacen, sale un tipo atrapado para siempre por su magia. Un Jairo, un Javierinsitu, un Truko22, un Iyanmv… o un Enrique Bravo.

Salud

PD: si ya quedásteis embrujados, os invito al canal de Telegram de la comunidad de Chakra en español.

El análisis se ha realizado en un equipo de sobremesa con las siguientes especificaciones:

• Procesador AMD A8 3870 Black Edition
• Placa base Gigabyte A75-UD4H
• Chipset AMD Family 12h Root Complex
• 4 Gb de Memoria RAM (2×2, marca Kingston)
• Tarjeta gráfica dedicada NVIDIA Geforce GT 610 1024 Mb
• Audio ATI R6xx HDMI
• Monitor Hyunday L70S+
• Disco duro externo Western Digital WD5000AAKX-6 de 500 Gb
• Impresora HP Laserjet 1018
• Escáner HP Scanjet G2710
• Webcam Hércules Dualpix Exchange
• Adaptador de red Realtek RTL8111/8168
• Adaptador de red inalámbrica TP-Link WN822N

Todas las imágenes que aparecen en este artículo son capturas de pantalla o fotografías tomadas por el propio autor. Se pueden compartir libremente citando la fuente.