Llegamos a la última fase… ¡por fin! La parte dedicada a la toma fotográfica se alargó de una manera tal que no llegaba a ver el final en el horizonte, pero he aquí el inicio de una nueva sección de FLAC, dedicada a lo que debemos hacer justo después de haber hecho nuestra fotografía de altísima calidad. Y por fin vamos a toquetear algo de software libre.

Fotografía y Software Libre

Resulta curioso haber escrito más de veinte artículos en una web dedicada al código abierto sin apenas haber mencionado nada sobre este. Las cosas han tenido que ser así, pues la fotografía es una disciplina que va mucho más allá del software. No obstante, espero redimirme con el equipo del Colaboratorio, pues a partir de ahora nos vamos a meter de lleno en el mundo del pingüino.

Pero antes de eso, voy a retomar el concepto que articula FLAC. La fotografía como acto creativo implica un flujo de trabajo compuesto a su vez por flujos de trabajo secundarios. En el punto en que estamos, nos encontramos en la fase final del flujo de trabajo principal:

Flujo de trabajo básico.

Lo que a continuación desarrollaré a lo largo de los próximos capítulos será la descripción de la fase de postproducción, entendiendo esta, como decía al comienzo de este artículo, como las tareas que el fotógrafo debe llevar a cabo después de la toma y que derivarán, con un poquito de suerte, en la consecución de una magnífica obra de arte.

De la descripción de cada una de esas tareas, las relaciones que se establecen entre ellas y las variantes, bifurcaciones y vericuetos de ese «viaje» hacia la fotografía perfecta resultará un gráfico extendido que constituye el «mapa mental» que todo fotógrafo que se precie debe tener en cuenta durante su actividad creativa. Por descontado, los flujos de trabajo que voy a describir son orientativos y no tienen que entenderse como la única vía posible; cada uno de vosotros deberá adaptar mis propuestas a sus necesidades, alterando, añadiendo o eliminando elementos; lo mismo digo en cuanto al software que voy a proponer:  aquellos de vosotros que se encuentren más cómodos con otros programas no tienen porqué abandonarlos en favor de los que yo voy a presentar. No obstante, voy a intentar argumentar a su favor porque cada uno de ellos me ha demostrado solvencia y eficacia suficiente.

En relación a este punto, además, voy a ir intercalando algunas reflexiones en torno a las diferencias esenciales entre software privativo y software libre en el terreno fotográfico. Soy consciente de que FLAC podría servir para muchos lectores como puente entre el uso de herramientas comerciales cerradas y el uso de código abierto. Y, en ese sentido, el usuario novel va a encontrarse con ciertas dificultades relacionadas con la concepción misma del software libre, que en muchas ocasiones se aleja diametralmente de la filosofía comercial, con consecuencias diversas que pueden llegar a afectar al flujo de trabajo definitivo. Aunque suene un poco críptico dicho así, me iréis entendiendo cuando me toque hablar de ello.

Esto que acabo de comentar genera otro pequeño problema. Si mi objetivo es difundir el software libre para su uso como herramienta de edición fotográfica, voy a tener que orientar el contenido de FLAC hacia un público que, en muchos casos, no ha tenido un contacto previo ni con el software del que voy a hablar, ni, en muchas ocasiones, con los mismo entornos operativos donde funciona ese software. Espero que los que ya conocéis los programas y los entornos sepáis disculparme si en ocasiones mis descripciones de procesos, entornos de trabajo, códigos de terminal y otras cosas resultan demasiado prolijos; recordad que estoy intentando que este manual sea utilizado como una referencia introductoria y, en ese sentido, iré moviéndome por niveles de dificultad que van desde lo muy básico a lo muy avanzado, según el momento. Y esto se debe aplicar no solo a los conocimientos sobre el procesado de fotografía digital, sino al uso mismo de entornos de trabajo basados en código abierto. Este es un manual para los que quieren aprender a hacer fotos de calidad usando Linux, lo cual incluye a usuarios de Linux y a personas que no se han acercado al pingüino. De hecho, el principal objetivo de FLAC es convencer a estos últimos de que «con Linux se puede». La consecuencia de esto es que de cuando en cuando tendré que hacer referencias a cuestiones que pueden ser sabidas de sobra por parte de los usuarios más expertos; entended, por favor, que esto es necesario para que FLAC sirva para su objetivo, y tened paciencia.

Extendiendo el flujo de trabajo

Dicho esto, pongámonos manos a la obra. Y, en primer lugar, vamos a empezar a ampliar nuestro flujo de trabajo maestro por la parte final. En lo relativo a las tareas de postproducción, desde mi punto de vista, las fases más importantes (que serán desglosadas convenientemente, por supuesto) son las siguientes:

Esquema del flujo de trabajo particular en la fase de postprocesado.

Recordemos, aunque no sea necesario, que nos encontramos en un punto del proceso en el que la foto ya ha sido tomada, validada, y hemos vuelto a nuestro estudio/laboratorio fotográfico (utilizaré ambas denominaciones para referirme al ordenador donde trabajaréis con vuestras imágenes, aunque soy consciente de que son expresiones un poco trasnochadas, sobre todo la segunda) y nos disponemos a revelarla.

El Hardware

Las tres actividades encuadradas en la fase de postproceso suponen, además, separarnos de nuestra querida cámara. A partir de este momento el trabajo se hace a golpe de teclado y ratón. De forma que, en las siguientes entregas, hablaré del hardware necesario para llevar a cabo nuestro trabajo de una forma adecuada y eficaz. No obstante, ya adelanto que los elementos principales físicos de los que debemos disponer son los siguientes:

  • Un ordenador con capacidad de CPU y RAM suficiente.
  • Un monitor calibrado y con la mayor profundidad de color que sea posible.
  • Un dispositivo de almacenamiento para el revelado y otro independiente para la copia de seguridad.
  • Los perfiféricos que sean necesarios para interactuar con los anteriores elementos y con nuestra cámara.

Notaréis que en la lista anterior no he mencionado a las impresoras, con las que podemos obtener copias en papel de nuestras imágenes. La razón es simple: siendo estrictos, la fase de paso a un formato físico no es estrictamente necesaria. No obstante, os hablaré de ello también en un capítulo aparte, dado que la decisión de imprimir nuestras propias fotografías tiene bastante miga.

El Software

Con todo lo dicho hasta ahora, ya tenemos los mimbres de lo que constituirán las próximas entregas de FLAC. Hay material aquí, ya os lo advierto de antemano, para seguir alargando la serie unos meses más… De momento sigamos con la narración de la manera más ordenada que me sea posible. Dentro de nuestro ordenador, por supuesto, tendrá que haber un software funcionando. Y como este artículo de hoy va de listas, aquí os incluyo la correspondiente a los programas que vamos a necesitar:

  • Programas de descarga, copia, archivado y etiquetado de imágenes.
  • Programas de revelado RAW.
  • Programas de composición y apilado.
  • Programas de retoque y edición de archivos jpg.
  • Programas de maquetación e impresión.

Esta va a ser una parte muy interesante de nuestra serie, pues aquí nos vamos a encontrar con una serie de combinaciones de aplicaciones que en muchos casos van a quedar a expensas de la elección personal de cada fotógrafo. En función de los programas disponibles, algunos de estos puntos podrán llevarse a cabo solo con una aplicación, o necesitaremos más de una para una sola de las tareas, depende. El software libre, en este sentido, hace gala de bastante generosidad, pues en estos momentos disponemos de múltiples soluciones para la mayoría de nuestras necesidades fotográficas. No obstante, y tras describir en la medida de mis posibilidades las combinaciones de software que podemos crear, me decantaré por una de ellas que considero la más eficaz para mi flujo personal de trabajo. Lo cual, por descontado, no quiere decir que sea la mejor.

Como decía antes, la peculiaridad del software libre que lo diferencia, en el terreno fotógrafico, de los grandes fabricantes privativos, estriba en la multiplicidad de «pequeñas» aplicaciones, cada una de ellas especializada en la solución de un problema concreto, que constituye el ecosistema de software en Linux. Por otro lado, el software privativo tiende a aglutinar en programas tipo «suite» una serie de funciones, con el objetivo obvio de que el cliente se decante por el programa que le sirva para hacer más cosas y, de esa forma, en teoría, ahorrar dinero. Como veis, las dos tendencias son radicalmente opuestas. Si venís desde el software privativo este sería mi primer consejo: acostumbraos a elegir el mejor software disponible para cada cosa, no renunciéis a nada porque precisamente es software libre, es nuestro, y cuanto más lo usemos y hablemos de el, mejor. Y acostumbraos a que para realizar una tarea (en este caso la fotografía, pero podríamos extender esta filosofía a otros muchos terrenos) sea necesario utilizar diferentes programas. Al principio puede resultar un poco incómodo, pero cuesta muy poco adaptarse definitivamente y encontrar el paso de una aplicación a otra como algo natural y propio, como no podía ser de otra manera, de un flujo de trabajo.

El sistema operativo

En relación al software solo me queda añadir, en este capítulo de introducción, lo relacionado con el sistema operativo que vayamos a utilizar. Muchos de los programas de los que voy a hablar son de tipo multiplataforma, de modo que podremos encontrarlos en diferentes sistemas operativos (Windows, Mac y Linux, entre otros). Espero que sepáis disculparme los usuarios de los sistemas privativos, pero… no habrá espacio aquí para diseñar un flujo de trabajo funcionando bajo ese tipo de entornos. El flujo de trabajo propuesto en FLAC solo va a garantizar resultados aceptables si se usa para llevarlo a cabo un sistema operativo de tipo GNU-Linux, convenientemente actualizado. Y las razones para evitar el uso de software privativo no son solo éticas, también son prácticas.

Sobre el «sabor de Linux» que vayamos a utilizar, no tengo demasiado que decir, porque en realidad casi todas las opciones son buenas. Mi única recomendación es que elijáis, en la medida de lo posible, una distribución  Linux que tienda a recopilar en sus repositorios programas actualizados. No creo que, en este terreno concreto de la fotografía, una distro de tipo «conservador» sea lo más conveniente, pues nos llevaría a perdernos funciones de determinados programas que pueden ser muy importantes. Para los que no tengáis ni idea de qué hablo, lo explico brevemente: en el mundillo Linux cada distribución (por decirlo de alguna manera, una distribución es una «versión» del sistema operativo GNU-Linux, adaptada por una persona o por un grupo de personas) puede seleccionar qué software tendrá en sus repositorios (los repositorios son los «almacenes» de programas que se pueden descargar e instalar en nuestros sistemas, a la manera de las tiendas de aplicaciones de nuestros teléfonos) y qué versiones de ese software. Lo mismo se aplica al mismo núcleo de Linux (el denominado «kernel», que se encarga de hacer que todo funcione y de hacer que el hardware trabaje de la manera que el usuario desee): cada distribución elige qué versión del núcleo incluir de salida, y esta puede estar más o menos actualizada. La elección de versiones de software y núcleo depende de la elección de los creadores de la distro entre dos opciones: estabilidad o funciones nuevas. Las distribuciones más conservadoras son aquellas que prefieren utilizar un software cuya fiabilidad está más contrastada, a costa de perder las funciones que se van introduciendo en las versiones posteriores de esos mismos programas. En cuanto al núcleo, lo mismo: un núcleo más «antiguo» suele ser al mismo tiempo un núcleo más estable y fiable. En el otro extremo se encuentran aquellas distribuciones que tienden a elegir programas y núcleos «a la última», y que sacrifican hasta cierto punto la estabilidad en pos de obtener todas las funcionalidades disponibles en un momento dado.

En este terreno confieso que siempre he padecido cierto grado de «versionitis» (enfermedad que aqueja a usuarios de Linux que no pueden contener su ansia de obtener las últimas versiones de todo lo que caiga en sus manos, aun a costa de sufrir dramáticas consecuencias… o no tan dramáticas, vaya), así que se me ve un poco el plumero cuando recomiendo que elijáis una distribución actualizada. No obstante, mi posición tiene cierto grado de justificación habida cuenta de que, en el campo del software fotográfico, precisamente en los últimos tiempos estamos disfrutando de avances bastante relevantes en determinados programas; en este sentido, renunciar a estas funciones sí podría suponer añadir un grado de dificultad mayor si lo que queremos es obtener resultados de calidad. Con un software menos actualizado es posible que el trabajo se vuelva más complicado o directamente imposible en algunos casos. Lo mismo se puede aplicar al núcleo Linux. Las versiones más antiguas de este puede que no den soporte a ciertos elementos de hardware (por ejemplo, los modernos monitores de tipo HiDpi, que se han vuelto tan populares últimamente).

Así pues, esa es mi primera recomendación: una distribución «modernizada» a ser posible. Sobre qué distribución concreta, ya no tengo tantas querencias. En mi caso particular siempre me he movido en terreno conocido, y utilizado Ubuntu como distribución de referencia. Lamento decepcionar ahora a los usuarios de Linux más avezados, pero a pesar de haberme dedicado a revisar distribuciones en mi blog, al final siempre he terminado por elegir Ubuntu… no por nada en particular, simplemente me ha funcionado bastante bien y ha satisfecho con nota mis necesidades. Así que si estáis planteándoos hacer uso de otra distribución, contáis con mi bendición. Cualquiera de las grandes cuenta en sus repositorios con el software que iré mencionando en los próximos capítulos, y las distribuciones menores suelen tener los mismos repositorios que las grandes… y si estáis usando una distribución de las «raras», lo más seguro es que sepáis compilar código fuente, así que no tengo que explicaros nada, ¿verdad?

Mi elección de distribución sí que tendrá ciertas consecuencias en la selección de software, pues es muy posible que preste más atención a programas del entorno GTK propio de Gnome que a programas de escritos en QT de entornos KDE. Imagino que los usuarios noveles de Linux o aquellos que aún no se han arrimado a la sombra del pingüino habrán torcido el gesto ahora, pues probablemente no entenderán este repentino maremágnum de siglas. A vosotros os digo que no os preocupéis. Todo el software funciona en toda distribución, y esto de GTK o QT solo tiene que ver con el aspecto de las ventanas en que funcionan las aplicaciones, sus botones, deslizadores y menúes. Las distribuciones que tienen un entorno KDE (que es un tipo de escritorio) suelen contar con aplicaciones escritas en lenguaje QT, y las distribuciones de entorno GNOME hacen lo propio con GTK. En cada caso hablaré de esto y mencionaré a qué tipo de entorno pertenece cada una de las aplicaciones descritas.

En lo referente al entorno que utilizaré en las imágenes que ilustrarán los ejemplos, ya os adelanto que me he decantado por una versión un poco retocada de GNOME:

Entorno de escritorio Gnome 3.24.1 funcionando en Ubuntu Gnome 17.04. Sí, versionitis, lo sé.

Así que es posible que la decoración de ventanas, o algunos menúes puedan ser algo diferentes en vuestros propios entornos. Por suerte, esto es poco relevante desde un punto de vista técnico, aunque sí que es posible que tengáis que buscar dónde esta cada cosa en vuestro programa, al comparar con las capturas de pantalla que yo vaya incluyendo.

Aprovecho este artículo de introducción para hacer otra advertencia a noveles: teniendo en cuenta que FLAC está dirigido a todos los usuarios de Linux, mi posición en todo momento va a tratar de ser «distroagnóstica» en cuanto al asunto de los comandos de instalación de software. Me explico: cada distribución emplea un juego de comandos particular orientados a tareas de gestión básica de paquetes. Dicho de otra manera: en Linux es muy común el uso del terminal y sus líneas de código para efectuar tareas como la instalación de paquetes o la actualización del sistema, entre otras. El problema de todo esto es que esos comandos pueden variar de una distribución a otra. Mi decisión, en este sentido, es no incluir comando de ningún tipo. Y he decidido esto para evitar tener que incluir diferentes variantes de comandos para realizar una misma acción, pero también para no desalentar a los que no quieran, no sepan o no puedan enfrentarse a los temidos comandos de consola. En las distribuciones modernas, estas tareas de gestión pueden llevarse casi por entero utilizando «ventanas normales» y apretando botones, lo cual no es precisamente la manera más eficiente de interactuar con nuestras máquinas para las tareas concretas mencionadas antes, pero al menos sí que proporcionan al usuario novato un entorno de trabajo no intimidatorio y suficiente para llevarlas a cabo. Además, si en algún caso raro nos encontramos con software que no estuviera disponible en vuestros repositorios e instalable con un par de clics, lo que sí sería rarísimo es que no encontraseis las instrucciones oportunas tras una rápida búsqueda en Internet. Sólo en casos extremadamente raros incluiré los comandos necesarios para llevar a cabo tareas muy «esotéricas».

y con esto creo que he llegado al final de la introducción a la postproducción. Al  final me he extendido más de lo que me imaginaba, pero ya veis que había bastante de lo que tratar antes de meter las manos en la harina. En el siguiente capítulo empezaré a hablar del hardware y, una vez terminado el repaso de los cacharros necesarios, empezaremos con el software. Y eso será todo…  ánimo, nos quedan unos meses de nada para terminar FLAC.

Nota: Todas las imágenes, si no se indica lo contrario, son obra del autor de este artículo y se pueden usar libremente, citando la fuente.

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angel

Gracias. Espero que con estos artículos deje por fin de necesitar windows.

rbolgn

No esperaba menos

José Luis

Joder tronko con la fotografía, q psicosis, me parece que os habéis equivocado en el concepto de web, ¿esto no iba de Linux?, pq parece más una web de cursos de fotografía leche, más Linux señores y menos foticos.

Rafa

maesto!! tu sigue con tu libro. Como dijo el otro: ¡¡he venido aqui a hablar de mi libro!! que yo estoy liadillo y no estoy presente, pero te leo de reojillo. Y ya se uno que quiere el libro en papel. y al amigo jose Luis, le pongo un fragmento de uno de mis (pocos) articulos que puedes ver en rafa.com.es y que viene al pelo: «Es absurdo pedir a un blogero que hace lo que le gusta por hobby. Y vuelca sus conocimientos en la red, para disfrute propio y de la comunidad. Decirle lo que tiene que hacer, o donde publicar. Es casi de mala educación hasta mencionarlo. Desde luego, es una falta de respeto. Pero es muy importante que existan sitios donde cualquiera pueda publicar, si quiere publicar. Y también donde fácilmente cualquier interesado en GNU/Linux pueda informarse sobre la galaxia de puntos de información. Con naturalidad… Leer más »

Aldo Belus

Lo habéis explicado muy bien quienes habéis intervenido ya. Voy a añadir algo porque estoy un poco más adentro en Colaboratorio y creo que gustará oír una voz de quien está en «las máquinas», pero habéis hablado con gran conocimiento de causa. Me alegra leeros -y me consta que a Jen0f0nte también-. Os ruego que me perdonéis si alguna de vosotras es de esas geniales personas que escriben en Colaboratorio ya, lo que haría normal que supierais estas cosas que habéis escrito. Quizá sí se podría incidir, porque tiene mucha razón, en lo que ha dicho Cesítar, Jen0f0nte no tiene culpa ninguna de ser el único que publica semana tras semana. Es más, habría que alabarle, porque es el único que está cumpliendo contra viento y marea con su palabra dada. Dijo que iba a explicar la forma de usar software libre en fotografía, que es una de sus especialidades,… Leer más »

foto orla

Muy bien explicado. Muy buena información al respecto. Un saludo!!