Elementary OS 0.4 Loki: belleza efímera

El análisis de un sistema operativo es algo complejo, tanto que sus conclusiones normalmente se suelen circunscribir al hardware similar a aquel en el que se lleva a cabo la prueba y no siempre salen las cosas como uno espera o desea. Quería comenzar mis colaboraciones en este sitio con buen pie, con la mejor disposición a destacar los aspectos positivos a la hora de revisar una distribución GNU/Linux, de ahí que la escogida fuese una con la cual siempre he tenido buenas experiencias, donde para más inri colabora uno de mis mejores amigos de toda la vida. Lástima que la impresión general no haya sido, en absoluto, todo lo buena que debiera.Y es que da la sensación de que los desarrolladores se han saltado a la torera esa máxima que tantas veces han repetido en foros y demás, cuando eran interrogados acerca de la fecha de lanzamiento estimada: «estará lista cuando esté lista». Veremos a lo largo de esta revisión que no parece ser el caso en esta versión dedicada, curiosamente, al dios nórdico del engaño.

Introducción a Elementary OS

Para aquellos que no conozcan a una de las más populares distribuciones GNU/Linux en los últimos tiempos vamos a hacer una breve reseña. Nace de la inquietud de una serie de personas, programadores y diseñadores gráficos en su mayoría, que no terminaban de acostumbrarse al aspecto espartano y poco cuidado de la mayoría de distribuciones de escritorio. Diréis que esto no tiene razón de ser, y que todos conocemos alguna que destaca precisamente por este motivo… bueno, ya sabemos que para gustos están los colores, de modo que no haremos hincapié en la cuestión.

La solución pasaba por crear un entorno de escritorio propio donde primase lo estético y lo práctico (lo sencillo, lo elemental, supongo que de ahí deriva el nombre) a la hora de trabajar con el equipo. En persecución de este mismo objetivo decidieron basarse en una distribución que ya incluyese casi todo lo necesario de serie, escogiendo para ello a Ubuntu y lanzando su primera versión, de nombre Júpiter, en marzo de 2011, con la inclusión del escritorio Pantheon y una serie de aplicaciones de factoría propia que seguían idéntica filosofía de simplicidad y aspecto agradable, casi todas programadas en Vala o en lenguaje C.

Más de cinco años después, Elementary se ha consagrado como una buena alternativa, en especial para portátiles, que a muchos les recuerda a Mac OS por lo anteriormente mencionado (imagino que el dock inferior tiene también algo que ver en esto, así como la barra superior minimalista de Pantheon). Podéis encontrar mucha más información sobre la distro en su página oficial, desde donde es posible descargarla, donación mediante o no… eso ya es cosa de cada uno.

Instalación

Vamos al quid de la cuestión. Una vez descargada la imagen de la distribución se debe proceder a grabarla en un soporte físico, ya sea DVD o una unidad externa, tipo pendrive. Los desarrolladores ofrecen ayuda para esta tarea en un artículo de su web que recomiendo consultar si se es lego en la materia. Lo primero que llama la atención, cosa habitual en sus distintas ediciones, es el aspecto cuidado y minimalista que se nos ofrece. Loki no podía ser una excepción, lógicamente. El proceso de instalación no difiere del de la mayoría de sistemas GNU/Linux actuales, si bien se me presentaron un par de problemas.

El primero, durante la selección de particiones en las que instalar el sistema, intercambio, datos, etcétera. Se queda parpadeando el LED del disco durante varios minutos, sin que el proceso parezca avanzar, de modo que abro una terminal y busco el proceso en cuestión: systemd-udevd (vaya, systemd, una vez más) está consumiendo el 98% de los ciclos de la CPU sin que la tarea tenga visos de ir a finalizar en un futuro próximo. Diez minutos después decido abortar el proceso y me veo obligado a reiniciar, ya que éste se queda en segundo plano y sigue consumiendo ciclos y quién sabe qué más. Al segundo intento decido obviar el montaje de mi partición de datos (en formato NTFS) y el problema no se vuelve a producir.

Segundo contratiempo. Al finalizar la instalación la pantalla comienza a parpadear, como si tratase de entrar en modo reposo y no lo consiguiese, una y otra vez. Os he grabado un vídeo con la secuencia, que terminó obligándome a hacer un hard reset para reiniciar y cruzar los dedos confiando en que se hubiese instalado correctamente. Así fue, después de todo.

Algo que eché en falta durante la instalación, sin que se pueda calificar como error o problema, fue un pase de diapositivas en condiciones. Me extraña que una distribución donde prima el diseño gráfico bien trabajado se obvie algo así, pero supongo que se trata de una aplicación estricta del otro pilar en que se sustenta la filosofía de Elementary OS: ¿por qué complicar algo sencillo? Una barra de progreso y en paz.

Diseño y aspectos gráficos

Como comentaba más arriba, todo depende de los gustos personales de cada usuario, pero resulta difícil negar lo evidente: estamos ante una de las más cuidadas distribuciones en lo que al diseño se refiere. No lo digo yo, oigan, hay más opiniones en este sentido. Un servidor, que siempre fue admirador de la estética Mac, encuentra en esta distro lo que en pocas… como mucho, anda por ahí un tema de transformación de Ubuntu (Macbuntu creo recordar) y el bonito recuerdo de la ya extinta Fuduntu.

En aras de la uniformidad, todas las aplicaciones creadas para Elementary OS, en las cuales luego nos detendremos, presentan un aspecto similar, de tremenda sencillez y se caracterizan por ser parcas en opciones. El término ya lo conocéis: minimalismo.

Sistema y aplicaciones

Elementary OS Loki viene con casi todo lo necesario para empezar a trabajar con el equipo. Veamos qué opciones tenemos instaladas por defecto:

Gestor de programas y actualizaciones. En consonancia con los tiempos que corren, parece no existir ya sistema sin su correspondiente tienda de aplicaciones. Puesto que uno de los puntos fuertes de Elementary OS es permitirnos funcionar sin tocar la terminal prácticamente para nada, la presencia de este tipo de programas se hace imprescindible. En este caso, la llamada AppCenter se integra con las notificaciones y un contador en el icono del dock nos informa del número de actualizaciones disponibles. Ahora bien, ese número tiene algo de «trampa»… en su afán por huir de la complejidad, los desarrolladores han decidido agrupar todas las actualizaciones del sistema que no correspondan a programas propios (es decir, todo aquello que no sea el reproductor de música, el organizador de fotos, etcétera) bajo un mismo epígrafe. El resultado de esto es que no sabemos qué paquetes se actualizan a través del AppCenter, por lo que deberemos usar la terminal para esta tarea si nos interesa esa información.

Navegador Epiphany. En anteriores ediciones solían incluir Midori, un navegador que consume pocos recursos pero que en lo personal siempre encontré demasiado errático. Apuestan ahora por Epiphany (o Web, tanto monta…) en su versión 3.18.5, navegador correcto y que se integra a la perfección, pero que también me ha presentado problemas a la hora de abrir ciertas páginas.

Correo (Geary). Quizás el programa que más me gusta de los que incluye Elementary OS como predeterminados, se trata de un gestor de correo sencillo pero que hace su tarea a las mil maravillas. En esta versión (por fin) ofrece notificaciones de nuevos mensajes aunque hayamos cerrado la aplicación, lo cual es una fantástica noticia por la funcionalidad que proporciona, bastante útil. Lo he probado con Gmail y Openmailbox, con magníficos resultados.

Calendario. Otro programa que ha mejorado mucho. Ahora se integra con el reloj y la fecha de la barra de tareas superior de Pantheon y trabaja sin problemas con Google Calendar.

Música. El gestor de colecciones y contenidos musicales también mejora, viendo solventado su problema de duplicidad de archivos al añadir una carpeta por vez primera. No obstante, presenta otros errores que no recuerdo de anteriores ediciones, como no cargar las portadas de los discos o la muestra de «Nada en reproducción» en el applet de la bandeja del sistema mientras está sonando una canción. Regresiones, para variar.

Vídeos. No tengo «pegas» que poner al reproductor por defecto, donde de nuevo destaca la escasez de funciones para centrarse en hacer pocas cosas, pero bien hechas. Como cuestión negativa, el tema oscuro de Gnome que desluce el aspecto y rompe el diseño.

Fotos. Esta aplicación no es más que Shotwell con otra denominación. Como admirador declarado que soy del programa del equipo de Yorba, su rendimiento me sigue pareciendo bastante bueno y su utilidad como organizador de colecciones está fuera de toda duda.

Cámara. En la línea de nombrar a los programas por la función que realizan, sin estrujarse mucho la sesera, aquí nos presentan una aplicación para hacerse «selfies» y grabaciones de vídeo. Sin más pretensiones, cumple lo que promete.

Archivos. El programa para navegar por nuestro sistema recuerda mucho al Nemo de Linux Mint MATE, con la estética adecuada, por supuesto. Acostumbrado como estoy a Dolphin, le encuentro bastantes carencias, pero entiendo que sirve para darle un uso no demasiado exigente.

Terminal. Poco o nada que destacar que no haya mencionado ya: minimalismo e integración con las notificaciones del sistema, de manera que te avisa cuando ha terminado una tarea lanzada desde la línea de comandos.

Scratch. Del editor de textos por antonomasia en Elementary OS tampoco puedo resaltar gran cosa, ya que no me dedico a programar desde hace más de 20 años (cómo pasa el tiempo, amigos). Sobre sus funciones básicas, destacar aquella por la que es más conocido, que no es otra que hacer innecesaria la grabación del archivo que estemos editando, al hacerse ésta de forma automática. Escrito en cristiano: no busques el botón de «guardar», porque no existe. Cierra la ventana y con ello habrás guardado tu trabajo.

Indicadores de barra de tareas. Aunque no sean una aplicación propiamente dicha, me gustaría destacar el gestor de notificaciones y el de energía, en especial este último, el cual incluye una interesante funcionalidad para portátiles: detecta las aplicaciones que están consumiendo más batería.

Toda esta completa «suite» de aplicaciones nos trae Elementary OS Loki, como os decía, para ponernos de inmediato a trabajar. Si nos falta algo, podemos buscarlo en la AppCenter, aunque ya os adelanto que por lo general (Firefox es una excepción, sin embargo) romperá el aspecto uniforme de nuestro sistema.

Detección y comportamiento del hardware

Antes de proseguir me gustaría señalar que podéis encontrar las especificaciones del equipo utilizado en esta revisión (el mío de sobremesa) al final del artículo. Vuelvo a recalcar, y lo haré tantas veces como se tercie, que las diferentes configuraciones de cada equipo pueden traernos experiencias muy diversas con una misma distribución GNU/Linux. Es decir, el presente análisis puede resultar útil como punto de partida sobre qué ofrece un sistema y qué no, pero para obtener una opinión fidedigna acerca de cómo se comportaría en un equipo determinado, no nos queda otra que instalarlo en dicho equipo o, como mínimo, probarlo en vivo.

Acerca de mi hardware, lo primero es lo primero: buscar controladores propietarios para la NVIDIA Geforce GT 610. No es una tarea fácil en Elementary OS, para ser sinceros, algo que esperaba por entrar dentro de la filosofía de «listo para usarse pero no busques mucho más». Viene con los Nouveau (controladores libres) por defecto, como es lógico y habitual. No es ésta una distribución que yo consideraría recomendar para «jugones» en GNU/Linux, pero como de todo hay en la viña del Señor, os cuento como instalar los susodichos controladores privativos: vamos al AppCenter y buscamos «Software & updates» (software y actualizaciones), módulo que debemos instalar. Tras hacerlo, abriremos una terminal y escribiremos:

software-properties-gtk

En la ventana que se abre debemos ir a la pestaña «Controladores adicionales», desde donde podremos realizar la instalación. Eso sí: puede que no salga bien a la primera, como ocurrió en mi caso, donde se produjo una nueva congelación (de la cual hube de salir con ALT+ImprPant+REISUB) y un fallo de inicio de Pantheon al primer intento de entrar al sistema. Cosas que pasan.

Respecto al resto de mis cacharros, conseguí echar a andar la impresora pese a la ausencia de la suite HPlip en AppCenter (se puede instalar si usamos la terminal), así como el escáner y la webcam. Por cierto, no perdamos las viejas costumbres:

En el resto de apartados de hardware, el sistema se comporta bien en cuanto al reconocimiento e interacción con mi dispositivo Android (Samsung Galaxy S4) y con el Bluetooth activado no tengo problemas en utilizar mis auriculares Sony DR-BT22, aunque no aparece ningún indicador Bluetooth en la bandeja del sistema, lamentablemente. En cuanto a mi adaptador inalámbrico, un TP-Link TL-WN822N, en todos los sistemas GNU/Linux me veo obligado a compilar los controladores para que funcione, si bien en la última Ubuntu y sus derivadas, como la que nos ocupa, no termina de ir bien. El problema es que cada reinicio me supone tener que conectarlo y desconectarlo para que sea reconocido, algo que no sucede con otras distribuciones (Chakra, por ejemplo). Por ese motivo he utilizado mi viejo adaptador Conceptronic para realizar el análisis.

Pruebas de rendimiento

Como solía hacer en mi blog, voy a emplear la completa suite de pruebas Phoronix Test Suite para tratar de hacerme una idea del rendimiento que puede dar una distribución en mi equipo. Para ello, la comparo con el obtenido por el sistema que más destacó de todos en este aspecto, que resulta ser Ubuntu 14.04 Trusty Tahr. Me refiero a mi ordenador, por supuesto, que en los vuestros la cosa puede ser muy diferente. Observaréis que Ubuntu gana en todas las pruebas, con la excepción del benchmark gráfico Unigine Valley, donde la victoria de Elementary puede calificarse, de todas todas, como por la mínima (1 solo punto).

En lo relativo al consumo de RAM, algo que preocupa a bastantes usuarios, los más de 800 Mb al inicio en su versión única de 64 bits no suponen una gran carga, aunque es un valor demasiado elevado que no resiste la comparación con otros entornos en cuanto a lo que ofrece a cambio. Cabe señalar, eso sí, que este consumo se produce con los controladores gráficos propietarios de NVIDIA activados.

Errores encontrados

Ya sé que está muy feo señalar pero tampoco hacemos ningún bien a una distribución – ni a GNU/Linux en general – mirando para otro lado. Errores hay bastantes en esta Elementary OS Loki. A los ya comentados de la instalación hay que sumar:

El sistema se instala en inglés. Da igual que nosotros especifiquemos el idioma español durante el proceso de instalación, se hará caso omiso y tendremos un equipo para angloparlantes. La solución pasa por entrar en «Applications», luego en «System Settings», luego en «Language & Region». Allí pulsamos la imagen del candado para desbloquear y escogemos nuestro idioma. A continuación tenemos que hacer clic en «Set System Language» y reiniciar la sesión (log out).

Reinicios aleatorios de Pantheon. Me ocurrieron varios, sin estar haciendo nada especialmente farragoso. Recuerdo que uno sucedió tras una actualización del sistema, de modo que al regresar había desaparecido de la barra superior toda la parte de la bandeja. Nada que un reinicio de sesión no solucionase, por otra parte, pero molesto. Y más irritante todavía: una de cada tres veces que intento entrar al sistema éste se queda en el fondo de pantalla tras el gestor de inicio de sesión y me obliga, otra vez, a reiniciar. Muy frustrante.

Fallos en instalaciones desde AppCenter. Al hacer opaca la instalación de paquetes ocurren estas cosas, como con Firefox, el cual aparece por defecto en inglés y deja indefenso al usuario sin conocimientos suficientes, puesto que el paquete de idioma no es instalable desde el gestor de aplicaciones. Bastará hacer uso de la terminal o instalar Synaptic, un clásico de estas tareas, para poder instalar el paquete correspondiente, «firefox-locale-es».

Retorno errático desde el modo de reposo del monitor. Algo que también sucede de manera aleatoria e imprevisible, pero que se da. En ocasiones, el fondo de pantalla se deforma, como se puede apreciar en la imagen.

Estas cuestiones, sumadas al par de reinicios «a lo burro» (traducción libre del «hard reset») que me vi forzado a hacer, me dejan con pocas opciones en cuanto a determinar a Elementary OS Loki como sistema realmente estable. Son pequeños fallos pero que restan mucho a la experiencia global de uso.

Conclusiones

Con Elementary OS siempre me sucede algo parecido: la instalo y se produce un «boom» de sensaciones positivas con su cuidada estética, su minimalismo y esa especie de mística que emana. El problema es que todo ello se desvanece bien pronto, en cuanto te pones a instalar programas cuyo diseño no encaja bien en el conjunto y se te presentan un par de errores de los que te obligan a reiniciar. El hecho de que su base Ubuntu 16.04 no sea ni por asomo tan sólida como anteriores versiones ha de contribuir, sin duda alguna, al descalabro. Los fallos a la hora de iniciar sesión me resultan insalvables y se cargan de un plumazo cualquier otro aspecto positivo de los muchos que incorpora la distro.

Me gusta, sin embargo, el rumbo que están tomando algunas de las aplicaciones propias (o adquiridas, como Shotwell o Geary) con la incorporación de funciones muy interesantes. De todas formas no me parece suficiente material como para justificar la instalación de esta nueva versión, estando disponible Freya, la cual me consta que no sufre de tantos errores y tiene soporte todavía hasta el año 2019.

Una vez más, una experiencia no del todo satisfactoria. Si tienes un equipo donde crees que Elementary OS podría encajar bien – especialmente un portátil – espero que este artículo no te frene a probarla. Es posible que con otro hardware no se reproduzcan mis problemas y puedas disfrutar de una distribución ligera y eficaz para usuarios sin excesivas pretensiones que no precisen instalar mucho más aparte de lo que ya nos brinda por defecto.

Salud

El análisis se ha realizado en un equipo de sobremesa con las siguientes especificaciones:

• Procesador AMD A8 3870 Black Edition
• Placa base Gigabyte A75-UD4H
• Chipset AMD Family 12h Root Complex
• 4 Gb de Memoria RAM (2×2, marca Kingston)
• Tarjeta gráfica dedicada NVIDIA Geforce GT 610 1024 Mb
• Audio ATI R6xx HDMI
• Monitor Hyunday L70S+
• Disco duro externo Western Digital WD5000AAKX-6 de 500 Gb
• Impresora HP Laserjet 1018
• Escáner HP Scanjet G2710
• Webcam Hércules Dualpix Exchange
• Adaptador de red Realtek RTL8111/8168
• Adaptador de red inalámbrica Conceptronic C150RU