Me ha costado bastante decidirme por un título adecuado para el presente artículo. Por regla general suelo encontrar uno o dos con cierta rapidez que resumen del modo deseado la experiencia de uso de la distribución GNU/Linux revisada en cada ocasión, algo que no ha sucedido con este sabor de Ubuntu. Y no ha sucedido porque la versión con GNOME del sistema de Canonical me deja un sabor agridulce, con importantes errores pero también grandes aciertos, de tal guisa que no estoy muy seguro de con qué aspecto quedarme. Va a ser cuestión de intentar explicarme en las líneas siguientes.
Empiezo por tratar de exponer por qué reviso esta edición de Ubuntu en concreto, para lo cual os emplazo al único artículo que le he dedicado hasta la fecha, en mi blog personal. El resultado de aquel análisis dejó mucho que desear, sin que me quedaran más ganas de volver a acercarme a la distro al menos por una buena temporada. De hecho, volviendo al tema de los titulares, pocas veces me muestro tan rotundo a la hora de calificar. Lo que me lleva a interesarme de nuevo por Ubuntu GNOME son una serie de artículos que Lorenzo Carbonell, más conocido por El Atareao, le está dedicando a lo que él denomina «el mejor sistema operativo». Tamaña afirmación, viniendo de quien viene, no pudo menos que despertar en mí la mayor de las curiosidades. Y aquí estamos.
Además de que tengo el gatillo fácil para el distro hopping, siempre ando interesado por conocer los avances del escritorio mexicano, del cual una vez fui feliz usuario en los tiempos de su segunda versión. Ya tenemos toda la información sobre los motivos que me han llevado a escribir este análisis. En lo que respecta a las razones que esgrime Lorenzo (usuario fiel a Ubuntu en su versión principal durante muchos años) para cambiarse a GNOME están el lento avance de Unity, que llega a desesperar, y hablando más en positivo el aumento que ha percibido en su productividad desde que dio el salto a dicho entorno de escritorio, aseveración sustentada en el uso de los atajos de teclado por defecto y la eliminación de las distracciones que permite una pantalla diáfana y centrada en la aplicación activa.
Acerca de Ubuntu
Es altamente improbable que exista algún usuario de GNU/Linux que desconozca lo que es Ubuntu, mas me debo al espíritu de este blog colaborativo, que trata de ponerse del lado de aquellos que acaban de aterrizar en este a veces tan complejo mundillo. Lo resumo, pues: Ubuntu es una distribución desarrollada por la empresa Canonical, propiedad de un multimillonario sudafricano llamado Mark Shuttleworth, que ostenta el honor de haber acercado el sistema del ñu y el pingüino a las masas, allá por los albores del presente siglo. Sé que hay gente que no comulga con esta idea, pero en mi opinión es difícilmente rebatible el hecho de que antes de Ubuntu, si bien había mucha vida (Mandrake, Debian, SUSE o Redhat) no se había sabido vender el concepto del modo en que lo hizo Canonical.
Ubuntu lanza una versión de soporte extendido o LTS (cinco años para usuarios domésticos) cada dos años, durante el mes de abril. Entre tanto va liberando, cada seis meses, versiones intermedias que no suelen ser, ni de lejos, tan estables como las primeras y que, para colmo, solo reciben actualizaciones durante un período de nueve meses, tras el cual se deberá pasar a la siguiente versión si se desea seguir recibiendo soporte. La edición principal, llamada Ubuntu a secas, incorpora el entorno de escritorio Unity. Si bien en dicha edición se puede instalar cualquier entorno de escritorio, existen versiones alternativas que incorporan otras posibilidades de inicio, como KDE (Kubuntu), XFCE (Xubuntu) o LXDE (Lubuntu). En este artículo nos ocupamos de Ubuntu GNOME 16.10 Yakkety Yax, versión que está disponible para descarga en la web de la distribución.
Escritorio en vivo e instalación
Al iniciar por primera vez al escritorio en vivo de Ubuntu GNOME 16.10 encontramos un aspecto tan espartano que cuesta destacar algo positivo. Realmente es una opción válida permitir al usuario que construya su propia experiencia desde un escritorio básico, que se entrega sin añadiduras respecto a lo ideado por los desarrolladores de GNOME y esto es justamente lo que hace Canonical con esta edición de su distribución.
En el proceso de instalación tampoco hay gran cosa que recalcar, salvo la inexistencia de un pase de diapositivas que nos muestren una primera impresión de la distro, algo siempre aconsejable en mi opinión, y el hecho de que se produjese una molesta pausa, coincidiendo con la descarga del plugin de Adobe Flash (problemas con los repositorios, supongo) durante la cual llegué a pensar que no finalizaría con éxito la tarea. Si bien al final no ocurrió así, cuando hube de reiniciar el equipo éste se quedó esperando a un proceso de systemd. Otra muesca en mi revólver, señor Poettering. ALT + REISUB, una vez más. Antes de eso, el programa informa de un error desconocido que, en principio, no parece alterar el resultado.
Cabe destacar, tras el accidentado reinicio, las facilidades que nos da GNOME con la aparición de un tutorial de primeros pasos (vídeo incluido) que puede ser de gran utilidad para los recién llegados a este entorno.
Diseño y aspectos gráficos
Como he comentado arriba, nos encontramos con una versión completamente vanilla del entorno de escritorio. Esto no la hace forzosamente fea, cuestión que ha de depender del gusto de cada cual. En cuanto al mío personal, mejoraría algo los iconos y el fondo de pantalla, quedando bastante impresionado por el magnífico renderizado de fuentes, de lo mejor que he visto hasta ahora en GNU/Linux.
Sistema y aplicaciones
La versión incluida de GNOME es la 3.20, si bien es verdad que en las primeras actualizaciones hay ciertos programas que pasan a la 3.22, constituyendo una extraña mezcla. En cualquier caso, no parecen existir grandes diferencias entre las aplicaciones en este salto de numeración. Encontraremos Firefox 49, Evolution 3.22.1, Rhythmbox 3.4.1 o Libreoffice 5.2.2, entre muchas otras.
En este apartado quisiera detenerme en dos aplicaciones concretas que representan para mí un trabajo bien hecho y otro que no lo es tanto. Ejemplo del primero es Archivos, el programa gestor de ficheros que ha ido recuperando funcionalidades e incorpora integración con ownCloud y Google Drive, una opción que funciona de maravilla. En general me ha impresionado bastante la buena gestión de cuentas en línea que hace GNOME sin tener que configurar nada especialmente farragoso.
En el lado negativo, la aplicación Software, para la instalación o desinstalación de programas no funciona del todo bien, sobre todo a la hora de buscar, pues en demasiadas ocasiones no encuentra algo que sabemos que está en los repositorios (como Gimp, sin ir más lejos). Al igual que ocurriera con Elementary OS, se agrupan las actualizaciones de paquetes del sistema impidiéndonos saber qué se está cociendo durante las mismas.
Reconocimiento de hardware
En esta faceta rara vez patina Ubuntu y no va a ser ésta la excepción. Sin embargo, el asunto de los controladores propietarios de NVIDIA hube de darlo por imposible debido a un bug conocido y todavía no resuelto que provoca que no se pueda entrar al escritorio desde el gestor de inicio de sesión (GDM) una vez se han instalado. Es decir, aunque resulta sumamente sencillo pasar de los controladores libres (Nouveau) a los privativos usando «Software y actualizaciones», si queremos seguir empleando nuestro sistema tendremos que cambiar de gestor de inicio, lo cual a buen seguro ya no será tan simple para según qué usuarios. En mi caso me limité a volver a los Nouveau y a prescindir de la prueba de rendimiento gráfico para la presente revisión, porque no me apetece complicarme la vida con una distribución que no voy a usar habitualmente.
Como suponía, el resto de periféricos fueron reconocidos sobre la marcha y funcionaron bien, resultando una sorpresa para mí el poder compilar los controladores del adaptador inalámbrico TP-Link y que el mismo echase a andar sin tener que desenchufar el cable y volverlo a conectar, como me ocurriese cuando lo probé en Ubuntu Unity. Misterios de Tux.
Rendimiento
Si nos remitimos a las pruebas hechas con la suite de Phoronix encontramos que no supera los valores obtenidos en mi equipo por Ubuntu Trusty Tahr en su día. Sin embargo, en el apartado de los «intangibles» me ha parecido una versión con un rendimiento excepcional: navegación muy fluida con tiempos de carga de las páginas menores a los que obtengo habitualmente en Chakra (¿mejor gestión de la caché?) usando el mismo navegador, Google Chrome. Las aplicaciones también se abren con enorme rapidez, pese a no encontrarme en un disco SSD, lo cual me hace preguntarme de nuevo sobre qué recurso o implementación recaerá la responsabilidad de este gran desempeño. Será Ubuntu, será GNOME, tal vez Nouveau… lamento no tener ni pajolera idea en este asunto.
Errores encontrados
Instalarse una versión no-LTS de Ubuntu, y en ocasiones ocurre incluso con las LTS, equivale a hacerse amigo de una ventana de aviso que aparece cuando uno menos se lo espera: «Ubuntu ha experimentado un error interno…». En esta Yakkety Yak las he visto por doquier, para variar, de todos los colores y sabores. No obstante, se trata de fallos recuperables que además permiten enviar datos sobre el problema a los desarrolladores, de ahí que no resulten tan molestos como los dos errores capitales que me he encontrado en esta edición de Ubuntu:
Pánico a cerrar una ventana. Sin exageración que valga, uno llega a temer pulsar el botoncito de la «X» para cerrar una aplicación. En un alto porcentaje de las ocasiones tan simple e inocente hecho provoca una congelación absoluta del escritorio que obliga al «reinicia, subnormal». De hecho, la cosa llegó a tales extremos mientras escribía estas líneas desde Ubuntu GNOME (por aquello de seguir probando la experiencia de uso) que he tenido que desistir, al tercer cuelgue, regresando a la confiable Chakra. Debe tratarse del clásico problema de Nouveau que he sufrido en anteriores ocasiones, solo que en esta edición su aparición parece haberse multiplicado. Lo cual nos lleva al siguiente error imperdonable.
Imposible usar los controladores propietarios NVIDIA. Esto convierte a la distribución en inutilizable para algunos usuarios, pues entre las congelaciones con los controladores Nouveau y el pobre rendimiento en los juegos, ya me contaréis… Como para seguir usándola, habiendo tantas opciones donde escoger. El error, convenientemente reportado en su momento, digo yo que será subsanado algún año de estos.
Conclusiones
Entiendo que en el global de mi análisis cabría distinguir entre los aciertos que parecen propios de la evolución del entorno de escritorio GNOME y los problemas que suelen acompañar a cualquier edición intermedia (no LTS) de Ubuntu. Lo malo es que no encuentro el modo de depurar responsabilidades en lo que respecta a las graves carencias detalladas más arriba. Así que vamos a ser positivos y a quedarnos con el lado optimista del asunto. GNOME sigue avanzando, con paso firme y seguro, para alegría de sus incondicionales. Algunos que no lo somos tanto reconocemos de igual modo la valía de este entorno de escritorio: me ha encantado la experiencia, pese a los inconvenientes.
En especial, destacaría la fluidez y la rapidez en la navegación. El scrolling lo he sentido mejor que en Chakra y muy cerca de la suavidad y velocidad alcanzada en Windows, lo cual supone un hallazgo que no me esperaba en absoluto. También es digna de elogio la implementación de soluciones para gestionar cuentas en la nube, algo que no se consigue en ningún otro entorno en la actualidad pues, mal que me pese, KDE va a la zaga en este particular.
¿Es Ubuntu GNOME el mejor sistema operativo, como asegura Lorenzo Carbonell? Seguro que para él lo es, ya sabemos que en GNU/Linux la alegría va por barrios (o por hardware). Para mí, por desgracia, no puede ser así, pues esta versión en concreto, la 16.10, provoca unos fallos en mi equipo que no la hacen utilizable en el día a día. Esto no es óbice para que me haya quedado con ganas de ver más de GNOME en un futuro. Tal vez la recién estrenada Fedora sea la respuesta más adecuada a esta inquietud.
Salud
El análisis se ha realizado en un equipo de sobremesa con las siguientes especificaciones:
- Procesador AMD A8 3870 Black Edition
- Placa base Gigabyte A75-UD4H
- Chipset AMD Family 12h Root Complex
- 4 Gb de Memoria RAM (2×2, marca Kingston)
- Tarjeta gráfica dedicada NVIDIA Geforce GT 610 1024 Mb
- Audio ATI R6xx HDMI
- Monitor Hyunday L70S+
- Disco duro externo Western Digital WD5000AAKX-6 de 500 Gb
- Impresora HP Laserjet 1018
- Escáner HP Scanjet G2710
- Webcam Hércules Dualpix Exchange
- Adaptador de red Realtek RTL8111/8168
- Adaptador de red inalámbrica TP-Link WN822N
Todas las imágenes usadas en este artículo son capturas realizadas por el autor, y pueden ser utilizadas libremente siempre y cuando se mencione la fuente.
Hola!! Antes de empezar, comentar que la distro analizada es la que tengo instalada en mi sistema. No es que discrepe con buena parte del artículo pero yo no me he encontrado tantos problemas. El instalador me parece minimalista, sencillo, correcto y bonito. Sí que es verdad que al terminar la instalación el escritorio podría ser más bonito y funcional pero eso se arregla en 5 minutos con los temas y las extensiones. Yo tengo un portátil híbrido con intel y nvidia 850M y tengo instalados los drivers «version 375.20 desde nvidia-375 (codigo abierto)» que no son los nouveau (Nouveau display driver desde xserver-xorg-video-nouveau) ni los privativos (version 340.98 desde nvidia-340 (privativo)) y funcionan de maravilla sin problema con GDM ni nada por el estilo. Detecta todo el hardware del portátil (Asus N550JK) al 100%. Algún error del tipo «Ubuntu ha experimentado un error interno…» sí que hay, pero yo… Leer más »
Hola, Como no podía ser de otra forma y dado que me has mencionado en tu artículo, aprovecho para comentar. Respecto a la 16.10 de Ubuntu, poco te puedo decir, porque actualmente me encuentro en Xenial, viciado con el desarrollo de complementos para Nautilus (ahora me ha dado por ahí), y no me ha dado tiempo a probarla (aunque ya la tengo instalada). En la 16.04, no he tenido ningún problema, todo fue muy sencillo de instalar, y desde el principio me ha funcionado perfectamente, excepto Chrome, que me ha dado algunos problemas con Gnome-Shell, pero que ya están resueltos. Respecto a mi afirmación sobre «el mejor sistema operativo», me reitero, porque tal y como comenté en el primero de los artículos de la serie, se trata de un cambio de paradigma en el uso del entorno de escritorio. Mientras que el resto de SO siguen estancados en lo que… Leer más »
Últimamente, con la salida de GNOME suele esperarse más a Fedora, curiosamente esta distro ha estado levantando mayores expectativas que Ubuntu en general, claramente es Wayland y Flatpak las responsables de ello, encima Ubuntu ha roto hasta cierto punto la hegemonía de GNU/Linux al ser una distro muy usada que usará MIR… que problema. Con todo y todo usar GNOME en la distro que tiempo atrás fue la más representativa, hoy no supone más que una sorpresa; francamente he escuchado mucho de GNOME (mi escritorio favorito y el que uso) pero muy poco de Ubuntu GNOME, y los errores de esta distro igual pueden ser los mismos que en las otras… pero igual no. En todo caso algo me dice que los errores que sufres en esta versión de Ubuntu también los sufrirás en Fedora, de momento Intel con… Intel y más Intel es lo único que te da un… Leer más »
No se pueden alcanzar a cliquear (¿clikear?¿clickear?¿clicquear?) los links en las definiciones (GNU, sistema operativo, etcétera) porque los popovers desaparecen al quitar el cursor de encima
^ Solo venía a decir eso, Ubuntu y sus hijas me importan muy poco, yo sigo esperando una review de Solus 😛
Muy buen análisis, Enrique: como de costumbre.
En cuanto a Ubuntu GNOME, una pena los errores que sufres, pero en el cómputo global parece que la experiencia ha sido buena. No creo que se comporte mejor que Fedora en mi equipo, pero le echaré un vistazo en cuanto saque un rato 😀
Actualmente usando (como distro secundaria) la versión LTS con Gnome actualizado mediante PPA (sí, no es algo recomendable pero de momento ningún problema por ello). La únicas pegas que tengo es sobre el paradigma de uso, no me acostumbré a tener que acceder a ver TODO sólo para alternar entre ventanas así que hago uso de algunas extensiones (lo pueden ver en el sitio Ubuntizando.com en la entrada Lunes de Escritorio). Tampoco me agrada mucho que en ocasiones los botones de estén en la barra de título y en otras no… resulta confuso para mí. Más allá de eso, bien.
Excelente revisión, muy amena e imparcial. Y como bien dices «cada equipo es un mundo», aunque yo no sea partidario de GNOME (por razones que no mencionare) es bueno ver este tipo de revisiones que aportan mucho a la comunidad. Esperando no molestar, hago especial mención ha una distro base Lubuntu, llamada Peppermint, la cual tengo en mi equipo de trabajo y me parece una jollita de SO. Como indican en su web, es un DE híbrido entre LXDE-Xfce, con un fuerte énfasis en la nube, elegante, amigable y muy rápida. Entiendo que uno de sus creadores era el mantenedor de la edición con LXDE de Linux Mint (otra grande que aprecio mucho). Me agrada que viene con todo lo necesario para empezar a trabajar en el (aunque muchas de ellas dependan de una conexión a internet) e incluso incluyen aplicaciones propias de Mint (Nemo, MintInstall, MintUpdate) y un sencillo… Leer más »
En cuanto a las ventanitas que salen cuando salen los errores, la mayoria son por el servicio APPORT, puedes desactivarlo de la siguiente manera en TODAS las ediciones de Ubuntu:
# sudo nano /etc/defaults/apport (Dentro cambiamos de enabled=1 a enabled=0)
y una vez guardados los cambios (Control + O) ejecutamos:
#sudo service apport stop
Y a tomar por saco las notificiaciones esas jaja es algo que hago siempre nada mas instalar un Ubuntu, es eso o desinstalar apport y si lo haces ya estas rompiendo el paquete ubuntu-desktop lo mejor es desactivarlo.