Algunos personas, usuarias de sistemas operativos, ya sea por rapidez o practicidad, prefieren actualizar desde la consola. Otras descubren que la consola es rápida y práctica para muchísimas otras cosas como, por ejemplo, para formatear un disco.
En cualquier sistema operativo de escritorio, cuando conectamos un disco externo o unidad flash, el sistema nos alerta de que el dispositivo se ha conectado. Posteriormente, y si este se encuentra correctamente particionado y formateado, el sistema suele notificarnos que estas particiones y sus archivos están listos para ser utilizados.
Esto suele ocurrir en el 99% de las ocasiones…
¿Pero qué pasa cuando hay algún problema de formato en la unidad, o no está preparado de la manera adecuada? ¿Y si el disco funciona, pero lo que quiero es tirar, regalar o vender mi PC y lo mejor sería eliminar mis datos personales?