Es innegable que, en estos últimos años, los móviles inteligentes han revolucionado nuestras vidas. Este hecho va parejo a las aplicaciones y servicios web, que han experimentado un impulso espectacular. Y por supuesto, igualmente, todo esto viene de la mano de la cantidad de herramientas que han surgido para facilitar el desarrollo de estas aplicaciones web, aunque aquí, al igual que sucede con el huevo y la gallina, no está muy claro quién precede a quién.
Hoy en día es impensable no desarrollar una herramienta que, al menos, tenga una versión para dispositivos móviles. Aunque existe una opción que puede resolver, de un solo golpe, la necesidad de disponer de una herramienta para escritorio y otra para dispositivo móvil: las aplicaciones web.
Por todo ello, en este y en los próximos artículos escribiré sobre un framework para el desarrollo de aplicaciones web, empezando por lo más básico e intentando profundizar lo más posible. Dado que existe una gran variedad de herramientas para la creación de aplicaciones web, basadas todas en diferentes tecnologías y modelos, me he decidido por uno que, si bien no es de los más utilizados, es probablemente uno de los más sencillos de aprender. Me refiero a CodeIginiter.