Distribuciones GNU/Linux
DMDc 6.5: Debian MATE a medida
Que hay casi mil distribuciones GNU/Linux censadas a día de hoy en Distrowatch es un hecho. Fríos números que a la gran mayoría de usuarios les parecen, a todas luces, excesivos. Lo cierto, a poco que uno se pare a pensar, es que tras los guarismos hay personas muy distintas, desarrolladores que se embarcan en la compleja aventura de crear un sistema basado en otro, con peculiaridades que obedecen, en muchas ocasiones, a necesidades de esos propios creadores. Pero en otras oportunidades topamos con personas que desean simplificar la vida a los demás ofreciendo sus conocimientos al servicio de la comunidad. Tal es el caso de Francisco Luque, más conocido por Frannoe, a quien sigo en su blog/web, Debian cosillas desde que su temática principal versaba sobre Ubuntu y quien un buen día se lanzó a la piscina con su propia distribución, DMDc (Debian Mate Desktop cosillas).
¿Que aplicaciones utilizo?
En el momento de escribir este artículo se cumplieron diez años desde que comencé a utilizar GNU/Linux de forma continuada. Antes lo utilicé de forma esporádica en diferentes ocasiones pero, o bien le faltaba madurez al sistema en su versión de entorno de escritorio, o bien no caló tanto como para quedarse definitivamente en mi escritorio, quizá por mi falta de madurez.
Hace diez años comencé con Ubuntu como distribución y, actualmente, esta distribución cohabita con Linux Mint. De hecho, las utilizo indistintamente, pues ambas están instaladas en mi equipo en diferentes particiones. En cuanto al entorno de escritorio, uso GNOME o Cinnamon, dependiendo de qué distribución esté utilizando.
Pero, ¿qué aplicaciones utilizo?
Linux Mint 18.1 Serena: un sistema operativo de verdad
Que Linux Mint sea la distribución que lidera desde hace años las clasificaciones de popularidad es un hecho que crea cierta controversia acerca del cual se han escrito ríos de tinta a lo largo y ancho de la blogosfera linuxera. Seamos o no partidarios de la veracidad de dichas tablas, resulta impepinable que no hay un sistema que ponga las cosas más sencillas al usuario de a pie, aquel que no desea perderse en interminables configuraciones para conseguir que su equipo realice tareas del día a día. Siempre he tenido claro que, en esta materia, la distribución creada por el equipo liderado por Clem Lefebvre jamás tuvo rival. Mis dudas con esta última serie de lanzamientos se centraban en su base, Ubuntu 16.04 Xenial Xerus, acrecentadas además por no haber tenido la oportunidad de probar la versión anterior, Sarah.
Fedora 25: Wayland y más
El destino ha querido que la primera distro que analice aquí en Colaboratorio no sea otra que Fedora 25, la distro con la que inicié mi andadura en terreno linuxero y la que considero a día de hoy como mi favorita.
Además, la versión analizada en esta ocasión, la 25, no se trata de una simple versión más de la distro comunitaria de Red Hat, pues se trata de nada menos que la primera de las “grandes” en utilizar el servidor gráfico Wayland por defecto, por lo que tengo que admitir que esperaba con bastante entusiasmo este lanzamiento.



















